Diciembre ha registrado un alza desmedida del dólar, tanto en el mercado paralelo como en el oficial, donde las cotizaciones para este viernes son de 17,62 y 13,59 bolívares por divisa, respectivamente. Un cúmulo de situaciones ha desencadenado este incremento pero, según expertos, el tipo de cambio “real” debiera estar entre Bs. 25 y 28 para “absorber” la inflación.
El economista Leonardo Soto fue enfático al aclarar que esta estimación no significa que el dólar vaya a situarse en ese precio. Sin embargo, agregó que todavía la variación de la moneda estadounidense “tiene un margen de acción”.
“El tipo de cambio real que absorbería hoy el total de la inflación en la economía venezolana está entre 25 y 28 bolívares por dólar. No digo que va a llegar a ese monto pero si no se toman las medidas adecuadas veremos un dólar en ascenso significativo y esa brecha entre el paralelo y el oficial se puede hacer aún más grande”, precisó en entrevista telefónica con Versión Final.
A juicio del experto, la subida del monto de la divisa es una eventualidad que ocurre al cierre de cada año debido al incremento de la liquidez monetaria en circulación, las transferencias directas a través de los bonos que otorga el Gobierno como ayuda social y la cancelación de las utilidades.
“Ya es un efecto cíclico en la economía del país y será cada vez mayor de no tomarse las acciones correspondientes”, señaló.
Intervenciones bancarias insuficientes
Aunque para el venezolano es un golpe duro al bolsillo, Soto proyecta que el dólar se ubique, al cierre de este año, entre 18 y 22 bolívares si las inyecciones que ha hecho el Banco Central de Venezuela (BCV) a la banca no dan resultado.
“Se requiere cada vez más que el BCV le inyecte mayor cantidad de divisas a la economía para poder estabilizar el tipo de cambio. Esta medida es finita, se acaba, y ya estamos viendo síntomas claros de eso”, argumentó.
El economista opinó que la institución bancaria no logrará ese equilibrio haciendo “solo dos” intervenciones, “tiene que hacer varias, de manera consecutiva, por montos muy elevados”.
Como otras posibles soluciones, Soto sugirió el fortalecimiento de la producción nacional y de la economía “tradicional”, además de la captación de divisas internacionales por actividades de exportación.
“Sin reservas internacionales ni producción efectiva que haga un respaldo a los circulantes actuales de la economía, y sin un ingreso sólido en divisas internacionales más allá del que se percibe por la industria petrolera, los mecanismos de contención que haga el Gobierno por medio del BCV siguen siendo artificiales”, comentó Soto.
Advirtió que si Venezuela sigue dependiendo solo de la inyección de divisas para mantener estable el tipo de cambio seguirá ocurriendo este fenómeno de forma recurrente durante los próximos años “hasta que no se sincere la política monetaria”.
Tendencia alcista, una costumbre en Venezuela
El sector más impactado por el incremento del dólar ha sido el comercial pero también ha golpeado a los ciudadanos desde el punto de vista social, pues el poder adquisitivo se ve cada vez más mermado.
“Esto lo vemos cada vez que hay una devaluación, sea en gran magnitud como la que hemos visto reciente, o micro devaluaciones, que ocurren casi a diario con nuestra moneda”, sostuvo el analista económico.
Soto prevé que la situación actual podría afectar de forma significativa la proyección de desarrollo que, para cierre de este año, estaba entre 8 y 12 %.
A pesar de esto, cree que 2023 tendrá un crecimiento económico de aproximadamente 2,5 %, un porcentaje que podría elevarse de acuerdo a la materialización de los convenios petroleros que se han anunciado las últimas semanas.
También, añadió, sería necesaria la reactivación de créditos bancarios a todos los sectores del país y la aprobación de algunas leyes, como la de Zonas Económicas Especiales y de Armonización Tributaria.
“Con esto se generarían ciertas condiciones para decir que vamos a tener una senda de crecimiento más orgánica que poco dependa de los ingresos petroleros”, comentó.
El economista estimó que el precio de la divisa podría bajar en enero de 2023 por la ralentización de la actividad económica de ese mes pero no descartó que pueda volver a subir.
“Lamentablemente (el dólar) tiene una tendencia alcista y eso se ha mantenido como una costumbre desde 2018, cuando Nicolás Maduro anunció la liberación del tipo de cambio”, manifestó.