Cuando Morel Cardozo inició en Coche el programa “Premiando el saber” no se imaginó nunca que encontraría la ignorancia reinando en las escuelas de Nueva Esparta. Y que los estudiantes de cualquier nivel no supieran responder a preguntas tan elementales como: 1. Cuáles son los colores de la bandera nacional. 2. Cuál es la capital de Venezuela: 3. Cuál es la capital de Coche. 4. Cuál es la capital de Nueva Esparta. 5. Nombre tres playas de Coche. 6. Nombre de tres playas de Margarita. 7. Cuál es la Patrona de Margarita. 8.Cuál es la patrona de La Asunción.8. Cuáles son las tres islas que integran el estado Nueva Esparta Y tantas otras preguntas vinculadas Con Coche y Margarita que deben saber los estudiantes de nuestras escuelas.
Eso está ocurriendo en Nueva Esparta y fue con el programa “Premiando el saber” como se descubrieron las deficiencias de conocimiento que tienen los estudiantes neoespartanos.
Eso no solo ocurrió en Villalba, sino en Gómez, donde el mismo protagonista Morel Cardozo llevó la propuesta “Premiando el saber” y los resultados fueron casi parecidos en el nivel del conocimiento.
Esa realidad educativa sorprendió a los que estuvimos presentes en el Estadio del Bichar con los peloteros de los clubes El Bichar y Guinima que no pudieron acceder a los premios por no responder las interrogantes del Presidente de la Cámara Municipal que quedó sorprendido por el nivel muy bajo de los escolares cochenses.
Sorprende que la calidad de la enseñanza haya desmejorado tanto cuando entre el 2009 y 2012 cuando fui Director de Educación del Estado propusimos cursos y diplomados dirigidos a la formación académica de los estudiantes de Nueva Esparta y pusimos en boga el eslogan: “Hacia la excelencia educativa”.
Ese planteamiento estuvo cargado de talleres y cursos permanentes que elevaran la calidad académica de los docentes de las escuelas estadales. Ese era el secreto de dar talleres con ponentes calificados a los maestros para que volvieran al aula de clases con conocimientos a granel que les permitieran a los docentes estar calificados para la excelencia educativa.
Ahora cuando vemos a los docentes ausentes, tristes y fuera de lugar por el escaso nivel de sus estudiantes no queda sino encomendarnos a Dios porque la revolución está logrando el objetivo de sembrar la ignorancia en todos los conucos y escuelas de la geografía nacional.
Es la hora de hacer un esfuerzo mancomunado entre la Zona Educativa de Nueva Esparta y la Dirección de Educación dependiente de la gobernación para contribuir a elevar la calidad de la enseñanza.
Es un esfuerzo colectivo que se debe cumplir por encima de todas las cosas con la idea de formar nuevos ciudadanos con los conocimientos suficientes para enfrentar a futuro los retos del destino.
Si no se hacen los esfuerzos conjuntos para formar un personal con la capacidad para enseñar a las nuevas generaciones estaremos arando en el mar y no quedan dudas que no podremos avanzar por encima de los obstáculos que va poniendo el destino.
Es la hora de formar a los maestros y de dar las herramientas necesarias a los estudiantes para remar juntos para recuperar un sistema educativo perdido en el limbo de las improvisaciones y esos resultados de “Premiando Saberes” es una prueba contundente que en educación estamos perdiendo el tiempo en una lucha sin cuartel por los salarios miserables que perciben los docentes, la escasa formación de los docentes que no solo ostentan títulos de maestrías y doctorados y que no logran aterrizar en la pista de la formación de los educandos.
Si bien es cierto que las condiciones salariales de los docentes inciden directamente en la calidad de la enseñanza es también cierto que el hogar tampoco está haciendo el trabajo para ayudar a moldear el ciudadano que requiere el país para enrumbarse por los caminos del desarrollo.
A eso hay que agregarle la mala alimentación de docentes y alumnos, el escaso acceso a la literatura especializada en materia didáctica, la pérdida de la motivación para el trabajo y sobre todo la deformación del aparato educativo con elementos políticos que nada aportan a la educación del estudiante.
En esa realidad deformada donde navega la educación nacional encontramos huellas perversas de la siembra de la ignorancia como herramienta de destrucción de la formación de nuestro futuro.
Pareciera que el objetivo central de la escuela es sembrar la ignorancia porque se ha cercado al maestro hasta convertirlo en un ser despreocupado que perdió esa emoción que tenía el docente para contribuir al desarrollo de su país.
No puede enseñar un maestro que vive el día a día entre carreras y angustias para llevar el sustento a sus hogares y a quién le falta tiempo para dedicarse a la exclusividad de la escuela, pues es evidente que el docente ahora es un mata tigres que termina de dar clases y termina la otra parte del día cuidando ancianos, en funciones de mucama, de aseadora en un centro comercial y los hombres como taxistas, ayudante de albañil, vigilantes y cualquier actividad que le permita vivir medianamente.
Esa es la nueva realidad del docente venezolano que ya no tiene tiempo para dedicarse a la escuela porque el sueldo mísero no alcanza para sobrevivir en esta sociedad dolarizada.
Por eso reina la ignorancia en nuestras escuelas porque el maestro perdió su identidad al dedicarse a otras actividades y no exclusivamente a la enseñanza lo que determina que el producto final de la escuela viene deformado porque tanto docentes como estudiantes viven una realidad económica compleja a la cual el Estado ni caso le hace, porque prefiere tener ignorantes cabalgando sobre la formación de los nuevos tiempos, pues como dije en uno de mis discursos “Pareciera que nos llevaran en volantillas hacia la ignorancia como fórmula para preservar el poder, pues a menor formación más fácil es someter los pensamientos a los vaivenes de la nada”.
Encíclica/ManuelAvila