Unas horas después de confirmarse la arrolladora victoria del nacional populista George Simion en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía el domingo, el Gobierno de coalición rumano, liderado por el socialdemócrata Marcel Ciolacu, parece estar en turbulencias.
Los principales medios de comunicación del país balcánico informaron este lunes sobre la inminente dimisión de Ciolacu como jefe de Gobierno y líder del partido socialdemócrata PSD.
La emisora de noticias Digi24 cita fuentes del Ejecutivo que hablan ya de la posibilidad de que Ciolacu podría ser sustituido de forma interina por el actual ministro de Educación, Daniel David, cercano al partido liberal PNL, socio del PSD en la coalición junto con el partido de la minoría magiar UDMR.
La victoria de Simion fue un duro golpe para el gobierno de coalición

La victoria de Simion ayer, con más del 40 % de los votos, está considerada como un duro golpe para los partidos tradicionales, PSD y PNL, cuyos candidatos no lograron pasar a la segunda y decisiva vuelta, tanto en noviembre pasado, cuando los comicios fueron anulados por una supuesta injerencia rusa, como en la votación celebrada este domingo.
El propio Ciolacu quedó en noviembre solo tercero, al igual que ayer el candidato conjunto de PSD, PNL y UDMR, Crin Antonescu, quien en la recta final del recuento perdió con una diferencia inferior a un punto porcentual ante el independiente Nicusor Dan, actual alcalde de Bucarest y rival de Simion en la segunda vuelta, convocada para el próximo 18 de mayo.
La polémica repetición de las elecciones vió «campañas débiles, sin mensaje, sin emoción, pero sobre todo sin una visión clara para el país», explicó este lunes el analista político Radu Turcescu.
Pero Simion «continuó su camino, mientras que del otro lado los votos se dividieron entre varios candidatos», agregó el experto en declaraciones a EFE en Bucarest.
Según destacó el analista, Dan «no hizo una campaña para captar los indecisos y parece difícil creer que en dos semanas logre algún desempeño en ese sentido».
«Por lo tanto, necesitará los votos de los partidos tradicionales y aún está por verse cuántos votantes de PSD y PNL elegirán realmente a Dan. Tal como se ven las cosas hoy, Simion tiene las mejores posibilidades (de ganar)», concluyó Turcescu.
El cargo presidencial en Rumanía tiene importantes competencias, sobre todo en política exterior y de defensa, por lo que estas elecciones se consideran clave para el futuro rumbo del país.
Dan es un declarado pro europeo y reformista, que está a favor de fortalecer el papel de Rumanía en la OTAN, mientras que Simion es un admirador del presidente de EEUU, Donald Trump, eurocrítico y contrario a enviar más ayudas a la vecina Ucrania.
Rumanía forma parte del flanco sudeste de la OTAN y alberga un importante contingente de soldados de la Alianza Atlántica, desempañando así un rol clave para la estabilidad y seguridad regional de la zona.
El país balcánico, de 19 millones de habitantes, uno de los más grandes de la Unión Europea (UE), a la vez que es uno de los más pobres, enfrenta importantes retos económicos.
Rumanía sufre una elevada inflación (5 % el año pasado) y un déficit presupuestario por encima del 9 % del Producto Interior Bruto (PIB), lo que, según los analistas, obligará al Gobierno a tomar pronto dolorosas medidas de ahorro.
Notiespartano.com/EFE


