Cuando Morel Gobernador llegó a la Biblioteca “Loreto Prieto Higuerey” a entregar 55 libros de su enciclopedia particular se bajó del carro con un libro rosado en las manos: No llevaba más nada y la gente se preguntaba cuál era el destino de ese libro.
El mandatario no soltaba prenda y llegando a la entrada de la biblioteca consiguió la destinataria final en la presidenta Mildred Véliz de Avila a quién le dijo “Este libro es un obsequio para el carajito tuyo”.
La nobleza puesta a prueba, el agradecimiento por la misión cumplida para que se cristalizara el triunfo del 21 N y por supuesto la camaradería roblera entre los protagonistas fue la moraleja del episodio. Lo cierto es que nobleza obliga y el gesto de Morel para mí como ciudadano de esta isla de la pasión por la cultura, la literatura y la poesía estos gestos son valorados a la máxima expresión por este cronista roblero.
Ya en Los Robles hace dos años, cuando Morel Rodríguez entregó la mayor parte de su colección privada a los pilarenses había el aspirante a mandatario regional marcado su plan de vuelo y me obsequió un ejemplar de la literatura universal para mostrar su cortesía conmigo, Cosa que le agradezco por el gesto de nobleza.
Parece simple el gesto, pero indica la visión holística que tiene el mandatario regional y explica su forma de ver el mundo, su cálculo, el conocimiento del terreno y sus jugadas preparadas que hablan de un político que no se queda en falsas propuestas, sino que va más allá de lo finito para llegar a los más grandes afectos para cosechar ventajas y dominios.
Creer que llegar a la política es dar saltos de rana y lanzar ideas alocadas es parte de las improvisaciones de quienes no terminan de entender que la sociedad política exige herramientas tan importantes como pensar más que los demás, usar recursos y habilidades que te lleven a convencer a la gente que estás en una dimensión distinta al resto de tus rivales y sobre todo tener coraje para lanzar propuestas interesantes que le lleguen al común de la sociedad.
Por eso la política es repensable y hay que revisar cada paso sin creer que estamos al nivel de Dios. Unos cuantos años ha estado Morel en esta selva para conocerle el salto a los leones, los movimientos de las garras del tigre, la fuerza de las garras de las aves de cetrería y el vuelo veloz del águila. Eso requiere de mucha selva porque creer que todo es fácil en política es un error que se paga en el tiempo.
Por eso la visión de Morel con el libro en las manos luce insignificante, simple e invalorable, pero repensó su jugada de ajedrez para abrir surcos y cocinar ideas que llevó ese día a la Biblioteca “Loreto Prieto Higuerey” y que no le hizo perder detalles como haberse fijado en muchos detalles en esa casa del conocimiento.
En La Sala General Morel conversó con los estudiantes que investigaban en la biblioteca y les soltó un discurso sobre la importancia de visitar estos espacios del conocimiento porque en esos textos es donde está sembrado el futuro de la región. Sin dudas unas palabras aleccionadoras para unos estudiantes de la EBN “Luisa Cáceres de Arismendi” que nunca habían estado cerca de un gobernador y para ellos fue una experiencia gratificante y al escucharlo darle un mensaje de esperanzas y sueños les hizo sentir una emoción intensa que dejó sin habla a muchos.
Y que un poco más adelante se detuvo a ver el apamate que está sembrado en el área interior a petición de la familia Prieto como condición para donar el terreno y que ahora causa problemas estructurales y puede terminar con la edificación más bella del diseño arquitectónico del Gobierno de Nueva Esparta y que realizó Fruto Vivas por amor a esta región. Y ahí se detuvo Morel dubitativo movió la cabeza muchas veces al ver el estado deplorable en que dejaron los gobiernos de Mata y Díaz a esta importante institución del Estado.
Y cuando llegó a la Sala “Luís Beltrán Prieto Figueroa” se acentuó más su preocupación al detenerse a mirar con nostalgia el estado del techo, la debacle de los aires acondicionados y de las filtraciones que convierten ese espacio en un museo del saber inutilizado por el abandono a que sometieron los irresponsables gobernantes a este espacio de la cultura. Ahí Morel se escoró del vidrio de las condecoraciones de Prieto y me imagino que pensó en los encuentros y los consejos que le dio Prieto en su vida política. Y seguro se le revolvieron las tripas al pensar que un sobrino de Prieto que fue director de esta institución y nada aportó para la trascendencia de esta obra tan importante en esta tierra del silencio. A lo mejor pensó “Y éste hombre que manejó tanto poder por qué no hizo algún esfuerzo por recuperar la Biblioteca “Loreto Prieto Higuerey” para los asuntinos y para Nueva Esparta.
El Gobernador Morel se fue preocupado en cómo resolver este damero de la gobernanza que cada día se hace más complejo por la falta de recursos y donde la magia es fundamental para mantener ese estilo de hacer gestión quirúrgica para que los dineros públicos se estiren para poder resolver los múltiples problemas a una sociedad que lo eligió para que Recupere a Nueva Esparta.
Pero como dice el refrán del dicho al hecho hay mucho trecho, Morel el Gobernador salió con la cabeza llena de ideas en esa visita reflexiva que le permitió ver de cerca la mega torta que le dejaron dos gobernantes inútiles que no tuvieron una visión enana para devolverle la alegría a los miles de votantes que le dieron el sufragio con la esperanza de dar a Nueva Esparta un mejor futuro.
Esos 9 años perdidos muestran a una Nueva Esparta demolida, saqueada y ultrajada que no encontró respiro en políticas difusas de Mata, Dante y Alfredo que no pudieron mantener en alto las banderas de la gobernanza porque no supieron tener el pulso para mantener firme el timón de la Lancha Nueva Esparta. Por eso fracasaron y nada le dejaron a quienes creyeron en consignas políticas alejadas de la realidad de una región condenada a nueva años de anti historia.
ManuelAvila