Entre el 27 y 28 de febrero de 1989 ocurrió en Venezuela un estallido social conocido como «El Caracazo», fue un motín contra las abusivas alzas de los pasajes del transporte público, derivados del aumento de la gasolina estipulado en el programa de ajustes económicos o gran viraje de la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez.
Aquella desobediencia civil se caracterizó por la espontaneidad. Sus acciones no tuvieron un liderazgo visible, ni fueron organizadas por partido o grupo político alguno.
Las protestas comenzaron en Guarenas la madrugada del 27 de febrero, pero rápidamente se propagaron en Caracas y otras ciudades del país.
Hubo saqueos en abastos, supermercados, carnicerías, tiendas de artículos electrónicos y línea blanca. Las pérdidas fueron de más de tres mil millones de bolívares de la época.
En un intento fallido de controlar las manifestaciones el gobierno ordenó el despliegue del ejército para sumarse a la entonces Policía Metropolitana. Bajo órdenes de represión absoluta se cobraron más de 3.500 vidas y decenas de personas desaparecieron.
Con las calles llenas de violencia se anunció la suspensión de las garantías constitucionales y se decreta un toque de queda, lo que llevó a la violación de los derechos humanos.
¿Qué provocó el ajuste económico?
Las medidas aplicadas formaban parte del paquetazo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que incluían la liberación de precios, unificación cambiaria, reducción del déficit fiscal, recortes de presupuestos sociales y un alza en los precios de la gasolina y servicios.
A cambio de todo esto, el gobierno recibía un préstamo por 4 mil 500 millones de dólares en tres años.
Las protestas que se generaron a raíz del desequilibrio económico, rechazaban rotundamente las decisiones del Ejecutivo Nacional sobre la economía del país.
Notiespartano