Bajo su piel rugosa y poco atractiva, el aguacate esconde un sinfín de propiedades y beneficios, no solo para la salud, sino también para la belleza. Esta fruta, versátil y deliciosa, tiene una textura cremosa que combina muy bien con otros alimentos, lo que le convierten en un imprescindible en la cocina.
Su pulpa es cremosa y con un riquísimo sabor que recuerda a la avellana, y como presenta tantas variedades, con diferentes épocas de recolección, se puede comer durante todo el año.
El aguacate, por su composición, conlleva destacados beneficios para la salud.
El aguacate es fuente de ácidos grasos monoinsaturados, de los cuales destaca su contenido en ácido oleico. La sustitución de grasas saturadas por grasas insaturadas, como las del aguacate, en la dieta contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. Por lo que su consumo está recomendado para personas con enfermedades coronarias. Además, es fuente de potasio, un mineral que contribuye al mantenimiento normal de la presión arterial.
El aguacate también es fuente de ácidos grasos, potasio y vitaminas C, E y B6. La vitamina B6 contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de la función psicológica. Además, es fuente de vitamina C, una vitamina que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunológico.
Es excelente para los huesos al poseer vitamina C, es un alimento interesante para la salud ósea ya que esta vitamina contribuye a la formación normal de colágeno muy interesante cuando hablamos de la salud de huesos y de cartílagos.
Para el cuidado de la piel: El aguacate posee nutrientes interesantes para el cuidado de la piel. Aporta un alto contenido en vitamina E, una vitamina con acción antioxidante, lo que estimula el poder regenerador de las células y es fuente de vitamina C, una vitamina que contribuye a la formación de colágeno.