Estados Unidos lamentó el martes el anuncio de Rusia de que abandonará la Estación Espacial Internacional (ISS) después de 2024 y dijo que le había cogido por sorpresa.
“Es un acontecimiento desafortunado dado el trabajo científico crítico realizado en la ISS, la valiosa colaboración profesional que nuestras agencias espaciales han tenido a lo largo de los años, y especialmente a la luz de nuestro renovado acuerdo de cooperación en materia de vuelos espaciales”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
“Entiendo que nos haya cogido por sorpresa la declaración pública”, dijo a los periodistas.
El director de la ISS de la NASA, Robyn Gatens, dijo anteriormente que la agencia espacial estadounidense no había “recibido ninguna palabra oficial del socio en cuanto a la noticia de hoy”.
La propia NASA tiene previsto retirar la ISS -símbolo de la unidad de la posguerra fría- después de 2030 en su transición a trabajar con estaciones espaciales comerciales, y Gatens sugirió que Rusia podría estar pensando en su propia transición.
Cuando se le preguntó si quería que la relación espacial entre Estados Unidos y Rusia terminara, respondió: “No, en absoluto”: “No, en absoluto”.
“Han sido buenos socios, como lo son todos nuestros socios, y queremos continuar juntos, como una asociación, para seguir operando la estación espacial durante la década”.
Gatens respondía así a un anuncio del recién nombrado jefe de Roscosmos, Yury Borisov.
“Por supuesto, cumpliremos todas nuestras obligaciones con nuestros socios, pero la decisión de dejar esta estación después de 2024 está tomada”, dijo Borisov al presidente ruso Vladimir Putin.
“Creo que para esa fecha empezaremos a montar una estación orbital rusa”, añadió Borisov, calificándolo como la principal “prioridad” del programa espacial.
“Bien”, respondió Putin en comentarios difundidos por el Kremlin.
El anuncio se produce en un momento de gran tensión entre el Kremlin y Occidente por la intervención militar de Moscú en Ucrania y varias rondas de sanciones sin precedentes contra Rusia.
Rusia y Estados Unidos han trabajado codo con codo en la ISS, que está en órbita desde 1998.
Hasta ahora, la exploración espacial era uno de los pocos ámbitos en los que la cooperación entre Rusia y Estados Unidos y sus aliados no se había visto afectada por las tensiones en torno a Ucrania y otras cuestiones.
Borisov dijo que la industria espacial estaba en una “situación difícil”.
Dijo que intentaría “elevar el listón y, en primer lugar, proporcionar a la economía rusa los servicios espaciales necesarios”, señalando la navegación, la comunicación y la transmisión de datos, entre otras cosas.
El envío del primer hombre al espacio en 1961 y el lanzamiento del primer satélite cuatro años antes son algunos de los principales logros del programa espacial soviético y siguen siendo una importante fuente de orgullo nacional en Rusia.
Sin embargo, los expertos afirman que la agencia espacial rusa sigue siendo una sombra de lo que fue y que en los últimos años ha sufrido una serie de reveses, como escándalos de corrupción y la pérdida de varios satélites y otras naves espaciales.
Borisov, ex viceprimer ministro con formación militar, ha sustituido a Dmitry Rogozin, un político nacionalista incendiario conocido por sus declaraciones altisonantes y su comportamiento excéntrico.
Notiespartano/TimesIsrael