Ecuador encara este miércoles la recta final de la campaña electoral donde también está en juego la composición de la Asamblea Nacional (Parlamento), clave para la gobernabilidad después de la inestabilidad de los últimos años al estar dominada por la oposición, lo que llevó a la salida anticipada del expresidente Guillermo Lasso y a fuertes roces y pulsos con el actual presidente, Daniel Noboa.
Este domingo, además de la elección presidencial para el periodo 2025-2029, los ecuatorianos renovarán el Parlamento, que pasará a tener de 137 a 151 asambleístas.
Las encuestas perfilan una Asamblea conformada por dos bloques dominantes: el oficialismo del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), creado en torno a Noboa, y el opositor movimiento correísta Revolución Ciudadana (RC), que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017) y que hasta ahora ha sido la primera fuerza parlamentaria.
Tanto Noboa como Luisa González, los candidatos presidenciales de ambas fuerzas políticas, parten como favoritos para ser los más votados entre un total de 16 postulantes a la jefatura del Estado.
El profesor de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Santiago Basabe, no ve razón para que en la nueva Asamblea no se repita el transfuguismo, conocido popularmente en Ecuador como ‘camisetazo’.
«Lo que quizás podría suceder -dijo a EFE- es que el Gobierno, al menos en la fase inicial (no creo que esto vaya a durar los cuatro años) va a contar con una mayoría legislativa, a partir de alianzas», señaló Basabe.
Mientras, el analista económico Alberto Acosta-Burneo sostuvo que «los asambleístas pequeños» tenderán a apoyar al bloque oficialista.
«No les conviene el conflicto con el Gobierno porque bloquea lo que ellos están buscando: que se vea sugestión en sus localidades», dijo Acosta-Burneo en entrevista con EFE.
Notiespartano/dw.com