La ecosexualidad se ha convertido en un movimiento activista ecológico y en una forma distinta de orientación sexual a un nuevo genero.
El movimiento ha calado de tal forma, que este año España lo reconoció de manera oficial como un género nuevo. Dicho término fue acuñado por los artistas estadounidenses Elizabeth Stephens y Annie Sprinkle del grupo Pony Express, que en 2010 redactaron el llamado ‘Manifiesto ecosexual’.
«Hacemos el amor con la Tierra. Abrazamos sin pudor los árboles, masajeamos la tierra con nuestros pies, hablamos eróticamente con las plantas», señala uno de los puntos del manifiesto, que explica también su ideología naturista y ecologista.