El entrenador del Atlético Bucaramanga de Colombia, Rafael Dudamel, no aguantó su enojo tras el empate 1-1 ante Boyacá Chicó y lanzó unas fuertes declaraciones contra los árbitros del encuentro.
La rabia se genera debido a dos intervenciones del árbitro principal que ocurrieron después del minuto 90 que representaron el empate del encuentro para Boyacá.
La primera jugada fue un penalti sancionado a favor del Boyacá Chicó que para Dudamel no existió. En las imágenes se puede ver como el atacante mueve al jugador de Bucaramanga para que le de con el brazo al balón y se declare el penal.
Es importante resaltar que para esa jugada el VAR no tuvo la más mínima reacción y no se revisó la jugada.
La otra acción fue cuando los del venezolano marcaron su segundo gol a cinco minutos del descuento, pero en esta oportunidad el VAR sí actuó y anuló el tanto por una supuesta falta.
Dardo de Dudamel
En conferencia de prensa posterior al juego el estratega criticó las acciones de todo el equipo arbitral y afirmó que deben sentir pena de la labor que realizaron, así como su poca ética.
«Es el día de mayor frustración en mi carrera. Siento una vergüenza ajena por lo que hoy (miércoles) se ha vivido en Tunja. El daño que le está haciendo el arbitraje al fútbol colombiano es tremendo», expresó.
«Hay dos nombres que no se pueden olvidar en el fútbol colombiano a partir de hoy, el árbitro principal, Wílmar Montaño, y Keiner Jiménez. No se va a olvidar nunca porque lo que han hecho en este partido de fútbol ha sido vergonzoso», agregó.
Para finalizar, aseguró que estos jueces atentaron contra toda la organización del Bucaramanga, sus propias carreras y sus familiares.
«Hoy han atentado contra nuestra carrera, contra nuestras familias, contra la inversión de los dueños de equipo. No se trata del dueño de Atlético Bucaramanga, de los jugadores de Atlético Bucaramanga o del cuerpo técnico del Atlético Bucaramanga. Hoy han atentado contra la moral, contra la dignidad, contra los valores de todo el fútbol colombiano», concluyó.