Por tercera vez desde el pasado mes de octubre, drones lanzados por Rusia contra la región de Odesa, en el sur de Ucrania, traspasaron este jueves la frontera con Rumanía y acabaron cayendo en territorio de este Estado miembro de la Unión Europea y la OTAN.
La primera información de esta nueva violación del territorio de la Alianza Atlántica la dio el comandante de la Fuerza Aérea ucraniana, Mikola Oleshchuk, al informar que tres de los 45 drones kamikaze iraníes Shahed disparados anoche por Rusia contra Odesa y otras regiones ucranianas desaparecieron de los radares ucranianos al traspasar la frontera con Rumanía.
Varias horas después, el Ministerio de Defensa rumano confirmaba el hallazgo de restos de dron ruso del tipo Guerán cerca de la localidad de Plauru del distrito rumano de Tulcea, separado de la región ucraniana de Odesa por el último tramo del Danubio.
Plauru está situada en el delta de ese gran río europeo que desemboca en el mar Negro.
Según medios de Bucarest, la llegada de los drones rusos hizo sonar en los móviles de los residentes en el lado rumano de la frontera la señal de alerta que avisa de potenciales peligros.
Condena rumana
Al igual que ocurrió en ocasiones anteriores en que drones rusos cayeron en territorio rumano, el Gobierno de Bucarest no ha anunciado ninguna medida concreta en respuesta a esta violación de su espacio aéreo y de su territorio.
“Nuevos ataques viles han sido perpetrados por Rusia contra infraestructuras civiles ucranianas. Se han encontrado fragmentos en territorio rumano “, escribió en redes sociales la ministra rumana de Exteriores, Luminita Odobescu.
“Hemos informado a nuestros aliados y nos estamos coordinando con ellos en esta cuestión”, añadió antes de condenar “estas acciones irresponsables” de Rusia.
La OTAN aún no se ha pronunciado.
Centenares de ucranianos han vuelto a pedir en redes sociales a la Alianza y a sus Estados miembros con frontera con Ucrania que protejan con defensas aéreas emplazadas en su territorio el espacio aéreo ucraniano fronterizo para evitar de ese modo que más drones rusos entren en países de la OTAN.
“Por desgracia, y pese a que tienen todo el derecho legal a derribar estos objetivos, los países de la OTAN no lo hacen debido al miedo a una escalada”, dijo a EFE el experto militar de Odesa Oleksandr Kovalenko.
“En mi opinión es una demostración de debilidad y vacilación que Rusia continuará explotando en el futuro”, agregó.
Kovalenko recordó que misiles rusos lanzados contra Ucrania también han traspasado la frontera de Moldavia y entrado en Polonia, que, al igual que Rumanía forma parte de la OTAN.
“Los países de la OTAN aún no han mostrado en la práctica que estén dispuestos a defenderse de una agresión rusa, lo que contribuye al sentido de la impunidad de Moscú”, remachó el experto.
El puerto de Ismail, en el punto de mira
Según las autoridades ucranianas, once de los drones rusos lanzados anoche iban dirigidos contra el distrito de Ismail del sur de Odesa, donde está situado el puerto del Danubio del mismo nombre.
Los drones dañaron una casa particular e infraestructura portuaria. Ismail ya había sido atacada la madrugada del miércoles.
El puerto de Ismail ha sido un objetivo habitual en la campaña contra infraestructuras dedicadas a la exportación marítima y fluvial de cereales que Rusia lanzó hace ahora un año tras dar por terminado el acuerdo auspiciado por Turquía y la ONU por el que se había comprometido a permitir el tránsito de cargueros de productos agrícolas por el mar Negro.
Notiespartano/efe