La aparición de dolor y punzadas en el útero suele ser un motivo de consulta ginecológica. Sus causas son variadas y abarcan desde condiciones triviales relacionadas con el ciclo menstrual hasta patologías que involucran cualquier estructura de la cavidad abdominopélvica.
Justamente, ese origen multifactorial es lo que hace necesaria una evaluación médica minuciosa. El médico o ginecólogo se ve obligado a determinar si hay una urgencia quirúrgica o si se requiere otro tipo de tratamiento. Incluso, debe descartar la posibilidad de un embarazo. ¿Te interesa saber más al respecto?
Principales causas del dolor y las punzadas en el útero
Al momento de evaluar las posibles causas del dolor y las punzadas en el útero, el profesional verifica la presencia de otros síntomas, como el sangrado o las secreciones anormales en los genitales. También averigua por posibles síntomas gastrointestinales o urinarios. En general, las causas suelen ser las siguientes afecciones.
Dismenorrea
La principal causa de dolor y punzadas en el útero es la que se encuentra relacionada con la menstruación, conocida como «dismenorrea». Afecta a más de la mitad de las mujeres en edad fértil y los casos severos conducen a ausentismo escolar o laboral.
El cólico menstrual aparece de forma cíclica al inicio de cada regla y suele durar entre dos y tres días. Además, puede acarrear otros síntomas como los siguientes:
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea.
- Cefalea.
- Malestar general.
- Fatiga.
El dolor en la dismenorrea es descrito como tipo cólico, localizado en el abdomen inferior, aunque puede irradiarse hacia la parte baja de la espalda o hacia los muslos. La afección está clasificada como primaria cuando no existe una causa aparente para el dolor.
Entre tanto, es secundaria cuando se debe una patología subyacente. Debido a esto, es importante interrogar las características con las que aparece y la relación que mantiene con la menstruación.
Posibles causas del dolor
La menstruación es desencadenada por una serie de cambios hormonales cíclicos. Entre estos, ocurre una disminución de la concentración de progesterona, que responde a la degeneración del cuerpo lúteo.
En consecuencia, se estimula la producción de unas sustancias conocidas como prostaglandinas, que intervienen en la contracción uterina y en la vasoconstricción. Por ello, disminuye el aporte sanguíneo del endometrio, lo que conlleva a la isquemia y el dolor.
Endometriosis
La endometriosis es otra causa de dolor pélvico, en este caso de evolución crónica. A menudo, aparece antes de la menstruación, aumenta su intensidad durante la regla y disminuye de forma progresiva.
Es importante investigar las características de los ciclos menstruales, puesto que suelen tener una duración prolongada con un sangrado abundante. De hecho, a veces son más frecuentes y aparecen antes de los 28 días.
La endometriosis responde a la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. El origen del dolor y la asociación con el ciclo menstrual responden a los cambios hormonales que ocurren durante este proceso.
La exploración física brinda poca información, pero la cronicidad del cuadro clínico y las características de las menstruaciones pueden servir de punto de partida para su sospecha diagnóstica.
Notiespartano/MejorconSalud