Un despliegue policial «excepcional» velará por la seguridad de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de 2024 en París, con 35.000 agentes para vigilar los seis kilómetros del río Sena, que albergará el acto «más seguido» de la historia de Francia.
Así lo desveló este martes el ministro del Interior, Gérald Darmanin, que acompañado de la alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo, y del presidente del Comité de Organización, Tony Estanguet, firmó el protocolo de seguridad para ese evento.
Nunca antes, aseguró Darmanin, Francia ha tenido que afrontar un desafío de seguridad como el que tendrá que poner en marcha el 26 de julio de 2024 a partir de las 20.24 horas, cuando comiencen a navegar por el Sena los más de cien barcos que transportarán a las delegaciones olímpicas en una inédita ceremonia que, por vez primera, se desarrollará fuera del Estadio Olímpico.
Además de la presentación de los 10.000 atletas, la ceremonia contará con una parte artística y otra protocolaria, con dos centenares de jefes de Estado y Gobierno, lo que obligará a un esfuerzo titánico de seguridad durante sus tres horas de duración.
El ministro aseguró que Francia invertirá unos 200 millones de euros en la seguridad de la ceremonia. Durante los meses previos se restablecerán los controles fronterizos del espacio Schengen y se prestará una atención particular a la amenaza terrorista.
«La ceremonia atraerá a mucha gente con ganas de hacer fiesta, pero también a otros con ganas de causar daño, de aguar la fiesta y tenemos que impedirlo», indicó la alcaldesa, que consideró que hay «un desafío artístico, pero también organizativo y de seguridad».
En la ciudad se instalarán 400 nuevas cámaras de vigilancia que se sumarán a las 4.000 ya existentes y se prestará especial atención a los drones, aprovechando la experiencia francesa en ese campo, que ya prestó consejo en el pasado Mundial de Qatar.
También habrá un dispositivo especial para la vigilancia de posibles ciberataques, señaló Darmanin, que recordó que en los pasados Juegos de Tokio hubo más de 4.000.
De aquí al inicio de los Juegos, París llevará a cabo operaciones diarias contra la delincuencia, para alejarla de los lugares en los que hay competiciones deportivas.
Unas 100.000 personas podrán ver la ceremonia en la parte baja de las riberas, que serán de pago, mientras que otros «cientos de miles», según el ministro, lo harán de forma gratuita en la parte alta.
El número de espectadores de esa parte alta está siendo objeto de controversia. En un primer momento, los organizadores apostaban por medio millón de espectadores, pero la presidenta de la región, Valérie Pécresse, consideró que eso podía saturar los transportes colectivos.
En las últimas semanas, diferentes responsables han hablado de 400.000 espectadores, pero el ministro no quiso este martes precisar la cifra exacta.
El Ministerio pondrá en marcha una plataforma digital para la inscripción de aquellos que quieran asistir a la ceremonia de forma gratuita en la parte alta de las orillas del río.
Estanguet agradeció la implicación de todas las administraciones para lograr «la ambición que supone esta ceremonia, que pretende sorprender» y que quiere ser «abierta al público».
En plena polémica por el precio de las entradas, que mucha gente, incluidos atletas, consideran desorbitados, el presidente del Comité Organizador recordó que «por vez primera miles de personas asistirán gratis a una ceremonia de inauguración».
Agregó que «la seguridad es la prioridad absoluta» y apostó por «un espectáculo que haga soñar al mundo y muestre las maravillas del país».
La alcaldesa recordó que los Juegos serán «el primer gran evento de ámbito planetario tras la pandemia de covid» y se mostro convencida de que «todo saldrá bien» pese «al desafío que supone».