La disfunción ovulatoria es una anomalía en el proceso natural de ovulación de una mujer. En algunos casos, no se produce la ovulación en absoluto y, en otros, esta es irregular, intermitente o anormal.
Es muy frecuente que cuando hay disfunción ovulatoria, también se presenten anomalías en la menstruación. Lo habitual es que no haya periodo o que este sea muy irregular. Esto se debe a alteraciones hormonales.
La disfunción ovulatoria, en particular la ausencia de ovulación, es una de las principales causas de infertilidad femenina. Sin embargo, a veces, esta condición es normal, como ocurre durante el embarazo y la lactancia. Otras veces, obedece a problemas en el organismo.
Qué es la disfunción ovulatoria
La disfunción ovulatoria es una condición en la cual no hay ovulación o esta se produce de manera irregular. Si hay ausencia de ovulación se denomina «anovulación». Si la ovulación es irregular, pero no se encuentra ausente del todo, se habla de «oligoovulación».
Durante el ciclo normal de una mujer, se produce la liberación de un óvulo maduro. Este puede ser fecundado por un espermatozoide dando lugar, así, a la concepción. Como resulta obvio, si no hay óvulo, o este no se encuentra en condiciones, tampoco puede haber fecundación.
Se estima que hasta un 40 % de los casos de infertilidad femenina obedecen a una disfunción ovulatoria. Esta condición puede ser circunstancial o crónica. En algunos casos, esta anomalía puede conducir a otros problemas de salud a largo plazo, como la diabetes mellitus tipo 2.
Causas de la disfunción ovulatoria
La disfunción ovulatoria tiene detonantes muy variados, que van desde el estrés hasta el Síndrome de Ovario Poliquístico. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado las causas en tres grandes grupos, como veremos a continuación.
Fallo hipotalámico-hipofisiario
En este caso, la disfunción ovulatoria obedece a fallas en la secreción hormonal del hipotálamo y la hipófisis. En concreto, el hipotálamo no produce suficiente cantidad de GnRH y la hipófisis no libera suficientes gonadotropinas. Estas hormonas son las que regulan el ciclo menstrual. Corresponde al 10 % de los casos.
Los motivos por los cuales se producen fallas en el hipotálamo o la hipófisis son los siguientes:
- Síndrome de Kallman.
- Hipogonadismo hipogonadotrópico.
- Ejercicio físico excesivo.
- Aumento y pérdida de peso, en especial por anorexia o bulimia.
- Insuficiencia renal crónica.
- Enfermedades hepáticas crónicas.
- Otras enfermedades sistémicas.
Alteraciones hormonales
En este grupo, se ubica el Síndrome de Ovario Poliquístico, considerado la causa más habitual de la disfunción ovulatoria. Este es un trastorno endocrino que provoca la ausencia de menstruación en la mujer o ciclos muy irregulares.
Las mujeres con este trastorno presentan un aumento de tamaño en los ovarios y no logran producir óvulos maduros. Es habitual que también haya signos de hiperandrogenismo, o rasgos masculinos en estas mujeres.
Dentro de este grupo, también se ubican otras enfermedades como la hiperprolactinemia, o niveles muy altos de la hormona prolactina. Asimismo, los trastornos tiroideos. Ambos factores son causa de la disfunción ovulatoria.
Fallo ovárico
El fallo ovárico prematuro o la insuficiencia ovárica precoz es otra de las causas de la disfunción ovulatoria. Se estima que entre un 4 y un 5 % de los casos obedecen a este motivo. Esta condición se caracteriza porque los ovarios de una mujer dejan de funcionar antes de los 40 años; o sea, sin haber alcanzado la edad promedio de la menopausia.
De este modo, los niveles hormonales son relativamente adecuados, pero los ovarios no logran producir óvulos maduros. Además, en algunos casos hay una deficiencia de estrógenos.
Síntomas y diagnóstico
El principal síntoma de la disfunción ovulatoria es la ausencia o la intermitencia de la menstruación. Asimismo, en estos casos no hay síntomas de síndrome premenstrual y tampoco aparece el moco cervical abundante y elástico, el cual es característico de los días fértiles en la mujer.
En algunos casos, las mujeres con disfunción ovulatoria sí tienen menstruación, pero esta presenta algunas particularidades:
- Los ciclos duran menos de 21 días o más de 36 días.
- La duración de los ciclos varía mucho de un mes al otro.
- El sangrado es anormal.
También, se da el caso de que algunas mujeres con este trastorno no presentan ningún síntoma. Solo se dan cuenta de que tienen esta condición cuando buscan quedar embarazadas y no lo consiguen.
El diagnóstico suele realizarse a partir de una o varias de las siguientes acciones:
- Seguimiento de la temperatura basal corporal.
- Análisis de sangre de progesterona.
- Ecografía.
- Ultrasonido.
Tratamiento de la disfunción ovulatoria
El tratamiento de la disfunción ovulatoria depende de la causa que la esté produciendo. A veces es suficiente con un cambio en el estilo de vida, lo cual incluye disminuir el estrés, regularizar la alimentación, bajar de peso o moderar la actividad física.
Si hay algún desequilibrio hormonal, lo más habitual es que se receten medicamentos para la fertilidad. Por lo general, se emplea el Clomid. Se estima que este fármaco desencadena la ovulación hasta en el 80 % de las mujeres que no la tienen.
En caso de que se presente el síndrome de ovarios poliquísticos, es posible que se recete metformina. A veces, también se emplea el mioinositol, un suplemento de venta libre. Si estas sustancias no funcionan, es posible combinarlas con medicamentos para la fertilidad. Esto aumenta la posibilidad de éxito.
Si la causa de la disfunción ovulatoria es una falla ovárica prematura, lo más probable es que los fármacos no funcionen. En este y en los demás casos en los que el tratamiento no tenga éxito, la alternativa es intentar una Fecundación In Vitro (FIV).
Detectar una anomalía implica conocer el propio cuerpo
Es importante hacer hincapié en que las mujeres con disfunción ovulatoria no necesariamente dejan de menstruar, ni de forma parcial ni en su totalidad. Por lo mismo, es importante estar atentas a la duración de los ciclos y al sangrado para detectar una posible anomalía.
El estilo de vida juega un papel muy importante en este terreno. En particular, hay que cuidar bien de la alimentación y mantener un estado de ánimo sereno. El estrés puede hacer que se produzca la disfunción ovulatoria.