El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acusó al Gobierno de Estados Unidos de financiar a grupos que supuestamente se comportaron de manera violenta en las protestas del 17 de marzo en algunas ciudades del país y negó que hubiese habido represión policial.
Díaz-Canel hizo estas afirmaciones en una rara y extensa entrevista, concedida al intelectual franco-español Ignacio Ramonet y publicada este miércoles en redes sociales, al ser interrogado por las protestas espontáneas de cientos de personas en media docena de ciudades, casi todas en el oriente cubano.
Estas manifestaciones, en las que se gritó principalmente «Corriente y comida» para protestar por los apagones y las escasez de alimentos, pero también «libertad», fueron protestas eminentemente pacíficas, especialmente la principal, que tuvo lugar en Santiago de Cuba.
Díaz-Canel, que es también primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), afirmó que «la mayor parte» de las protestas transcurrieron «en una situación de reclamo pacífico».
No obstante, agregó que hubo «pequeños grupos que no se han comportado de manera pacífica».
Acusaciones
«Muchas de esas personas han estado financiadas por proyectos subversivos del Gobierno de los Estados Unidos y reciben dinero con sistematicidad para aprovechar coyunturas como esa y manifestarse en contra de la Revolución», acusó.
Añadió que ni siquiera en esos casos hubo «una respuesta represiva» y que la «respuesta judicial» se limitó a quienes «cometen hechos vandálicos y atentan contra propiedades estatales, contra propiedades sociales» y «alteran el orden público».
«Eso entonces sí lleva una respuesta que no es por ideología, es una respuesta judicial, una respuesta jurídica -como lo harían en cualquier otro país- debido a que están alterando el orden público, están alterando la tranquilidad ciudadana, están cometiendo fechorías o están cometiendo hechos vandálicos», argumentó.
ONG y plataformas han criticado la respuesta policial de estas protestas y situado entre 20 y 24 el número de personas que, a su juicio por razones políticas, permanecen detenidas a raíz de estos hechos.
Díaz-Canel señaló asimismo que «plataformas mediáticas de intoxicación» y «medios internacionales» no representaron fielmente lo sucedido porque siguen un «libreto de guerra no convencional» que habla de «estallido social», «represión», «presos políticos entre comillas», «estado fallido» y «cambio de régimen».
«Ese es el guion y el libreto de la Guerra No Convencional que hoy se aplica contra Cuba, que se aplica contra Nicaragua, que se aplica contra Venezuela», afirmó.
Ramonet, que ha expresado en reiteradas ocasiones su simpatía por el sistema socialista de la isla, realizó una extensa entrevista al expresidente cubano Fidel Castro que acabó convertida en el libro Cien horas con Fidel.
Notiespartano/EFE