Desde tiempos de la mitología el caviar a estado presente entre los grandes amantes y es que estas brillantes perlas fueron parte del menú de la Diosa Venus la cual comía antes de prepararse para sus tórridos encuentros con Marte.
Aunque, en un principio nadie daba nada por estas pequeñas perlas, su fama fue poco a poco creciendo entre dioses y reyes, una de ellas fue Catalina la Grande quién tomaba cada mañana una tortilla de caviar acompañada de una jarra de té con un chorro de vodka para poder cumplir con sus intensas obligaciones gubernamentales y sus líos de alcoba.
Se dice que Casanova se preparaba para sus maratones eróticos comiendo caviar y ostras. Otros amantes de la historia como Dostoievski y Rasputín utilizaban estos caros huevos con alto contenido en proteína como aumentadores de la líbido.
Pese que es un alimento conocido desde finales del Renacimiento, fueron los franceses, y muy especialmente Charles Ritz, quienes le confirieron el estatus de delicia gastronómica al llamado “oro negro”.
No dudes en seducir a tu pareja con este manjar tan refinado y codiciado por los gourmet, recuerda que hasta aristócratas, reyes y diosas han sucumbido ante él. Y no es para menos, el caviar excita la vista de quien la contempla y el apetito de quien las come. Sólo imagínate cada hueva estallar en la boca y sentir esa consistencia cremosa y su sabor profundo…mmm!! y si lo acompañas con champán, será maridaje ideal.
Hay sitios donde se mantiene la antigua tradición de agasajar con caviar a los jóvenes novios antes de la noche de bodas; para que el esposo esté en la cúspide del amor y los placeres. Y no ponemos en duda, tal tradición, ya que estás huevas contienen 2800 kcal., por cada 100 grs. Además, es rico en proteínas, grasas, azúcares, sales minerales y vitaminas. También tiene vitamina A, B2, B6, B12 y C, ácido folicular y pantenoíco. Por tener un gran contenido proteínico, hace posible un correcto intercambio de sustancias, una rápida recuperación de fuerzas y un aumento de las capacidades sexuales. Algunos elementos como el fósforo y el yodo aumentan el nivel de serotonina (la hormona del placer) y estimulan el funcionamiento de la testosterona (la hormona del sexo masculino). Asimismo, la lecitina reduce la fatiga, ayuda a fortalecerse de nuevo y a hacer realidad en la vida las fantasías eróticas.
Con todas estás ventajas, bien vale la pena su costo y sólo saber que el encuentro será un estimulo de energía para el disfrute de los amantes.