Un total de 281 socorristas y trabajadores humanitarios han sido asesinados en lo que va de 2024 en contextos de guerra, una cifra nunca antes registrada, según informó este viernes la ONU.
«Esta cifra supera todos los récords anteriores», señaló el portavoz de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), Jens Laerke.
La guerra en Gaza ha sido uno de los factores que más ha influido en esta tragedia y su extensión al Líbano hace temer lo peor en las próximas semanas y meses.
Durante 2023, un total de 280 trabajadores humanitarios perdieron la vida en el cumplimiento de su deber en 33 países.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, el 7 de octubre del año pasado, han muerto 333 trabajadores humanitarios, una decena de ellos únicamente en lo que va de este mes.
La gran mayoría eran empleados de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), pero también hay decenas que pertenecían a otros organismos de la ONU, a la Media Luna Roja Palestina, incluyendo voluntarios, y a diversas oenegés.
Según una base de datos que compila estas informaciones desde 1997, las causas más comunes de estas muertes fueron bombardeos aéreos (desde aviones, helicópteros o drones), disparos de artillería terrestre y otros tipos de explosivos, como granadas.
«Esta violencia es inconcebible y devastadora para las operaciones de ayuda. Los Estados y las partes en conflicto deben proteger a los trabajadores humanitarios, respetar el derecho internacional, procesar a los responsables y poner fin a esta era de impunidad», instó la OCHA.
«No se ven todos los procesamientos que deberían, es una cuestión de justicia. El alto número de nuestros colegas asesinados es inaceptable», comentó Laerke a la prensa internacional en la sede de Naciones Unidas en Ginebra.