De costureras y sastres hay mucha historia que contar en Los Robles un pueblo que antes de la Zona Franca y el Puerto libre en los años 1971 y 1975 vestían de ropa confeccionada en su pueblo o ropa de contrabando que venían de Curazao y Aruba.
Eran tiempos del contrabando cuando Estilita Torcat tenía su tienda en Porlamar y sus productos eran traídos por esa vía y en La Guaira otra margariteña Estilita Brito de Salcedo se ocupaba de contrabandear en tierras litoralenses.
Según dice Nicanor Navarro Cronista de Margarita y de la Parroquia Aguirre en su crónica “Una aclaratoria necesaria sobre la Escuela de Corte y Costura de Los Robles:
“En Los Robles existía una escuela particular de costura fundada por el Dr. Juan Bautista Marcano con la colaboración de los moradores. Esta escuela recibía una subvención mensual de 220 bolívares desde 1945. Ese personal era nombrado por quien daba la asignación. Posteriormente en 1946 se incluyó una Escuela de Corte y Costura para El Pilar que fue absorbida por el Estado”
Con Antonio Mendoza el sastre Roblero que tenía su residencia en la Calle Las Pailas de Los Robles al lado del Simoca de Pedro Simón y Damaso Navarro se inició la historia de los sastres en Los Robles donde el esposo de Cleotilde tenía su taller para diseñar trajes, sacos y pantalones Made in Los Robles.
Conocí a Antonio con su cinta colgada en su cuello, su regla en la mano y su lápiz en la oreja, con sus lentes adaptados y su caminar pausado que le permitía ir pensando sobre la costura del día. Vivió Antonio Mendoza de la sastrería por años y con ese trabajo y la cría de gallos pudo sostener a su familia.
Después vendría Pedro Gómez que no solo hacía trajes de vestir, sino que desarrolló una capacidad infinita para realizar vestidos de moda y vestidos de novia de la más alta confección. El espacio de costura de Pedro Gómez en la casa del Tamoco le permitió tener una fuente de trabajo que le dio empleo a sus familiares y de ahí se desprendieron como costureras Doris, Emeris y Jacquelín.
Pero el desarrollo de Pedro Gómez como diseñador, sastre y costurero le dieron renombre en todo Nueva Esparta y se convirtió en el mejor de Margarita para la época que le correspondió vivir entre los 60 y lo 70. En esa calle Fraternidad, el sector El Tamoco estuvo Pedro Gómez haciendo su trabajo y proyectando a Los Robles como tierra de la alta costura.
A esos espacios llegaban carros lujosos de la élite margariteña que buscaba a Pedro Gómez como su diseñador oficial para la época.
En la misma Calle estaban Margarita la de María Goya que había aprendido ese oficio de su mamá y por años en la casa de Pedrito Calderín estuvo la madre de Chuito y Pedro Alberto trabajando la costura por muchos años. Y su vecina Emelys de Calderín “Mela” la esposa de Juan Calderín “El Perro de Juan Chico” también se ocupó de la costura por años y contribuyó a desarrollar a su familia con su trabajo en la máquina de coser.
En Punta Brava estuvo Presente Ruiz, otro sastre Roblero portador de la magia de la costura a quien conocí con su cinta en el cuello y su regla en la mano para diseñar trajes, vestidos de novia. Era un sastre integral que nunca le tuvo miedo a realizar grandes costuras que le dieron proyección en el estado.
A Agustina Ramos la amiga de mi casa por años la vi trabajando la costura como oficio de vida para sostener a su familia y fue del grupo de costureras del pueblo que por años resolvieron la vestimenta de las mujeres y hombres pilarenses.
A Oswalda “Balita” Rosas de Monroy le correspondió también el oficio de costurera que dio clases de trabajos manuales en una escuela de Juangriego y terminó al frente de la Escuela de Costura de Los Robles por años de cuyo cargo fue jubilada y se dedicó a la política para terminar como integrante de la Junta Parroquial de Los Robles junto a Luís “Pinguita” Calderín, Zótico Mendoza y Jesús Ramón Jiménez “Moncho Parroquia”. Balita no solo hizo esos trabajos, sino que le prestó servicio a su comunidad como enfermera, curandera de erisipelas y culebrillas trabajo que hace muy bien todavía en su casa del Tamoco.
A “La Flaca” María Elena en el sector Belén le correspondió asumir el reto de la herencia de su madre que fue una gran costurera en Carúpano que a la secretaria de la Zona Educativa de Nueva Esparta le permitió compensar lo poco que gana el sector educativo con su trabajo de costurera.
En los últimos tiempos el trabajo de costura lo han desarrollado mis amigas Emeris Gómez que puso en práctica lo que aprendió de su madre Andrea, su tío Pedro Gómez y su tía Doris. Emeris que combinó la función sindical en Fetra Enseñanza y el diseño y la costura pasó a ser una de las mejores diseñadoras de Los Robles para hacerle vestidos de distinta calidad a los pobladores de Margarita. Emeris trabajo la costura hasta que sus hijos crecieron y ahí comenzó el retiro para dedicarse a viajar entre Miami, Portugal y Argentina.
Una hija de Villarroel me enteré que también trabaja la alta costura, pero no tengo grandes referencias de su trabajo, al igual que Carmen Teodora “Choroca” González que también usa la máquina de coser para realizar trajes y costuras.
La última mohicana de la costura roblera es Ramonita González que se vino de Puerto La Cruz a Los Robles donde hizo su centro de trabajo con alta membresía de clientes. Terminó como jefa de costura de la Alcaldía de Maneiro desde los tiempos de Darvelis y ha tenido resonancia en sus funciones con la Primera Dama de Maneiro Esmeralda Salcedo que le ha dado importancia capital a la formación de emprendedores con cursos en todas las barriadas del municipio y ha consolidado una propuesta de emprendimiento de la cual se habla muy bien en la región. Hoy día Ramonita es una referencia en todo el Municipio Maneiro porque ha ido formando unas cuantas legionarias de la costura que trabajan en sus casas y alivian sus presupuestos familiares.
La costura en Los Robles ha tenido grandes referentes que forman parte de la posteridad unos y otros aún siguen pedaleando para contribuir al desarrollo de su pueblo.
ManuelAvila