El síndrome de Kessler es una teoría desarrollada en la década de los años 70 por el investigador de la NASA, Donald J. Kessler, la cual señala que el volumen de la basura espacial órbita baja terrestre sería tan alta como los objetos que se encuentran en ella.
Mientras más crece el número de satélites en órbita -y los viejos satélites se acumulan-, el riesgo de este escenario de colisiones de Kessler se hace aún mayor.
Actualmente, en la órbita baja de la Tierra actualmente operan La Estación Espacial Internacional y miles de satélites, lo que podría traer como consecuencia significativas a la población mundial ya que esto afectaría los vuelos espaciales, interrupción de la telecomunicaciones globales y debilitamiento de la inteligencia militar.
«Si las cosas marchan como ahora, todos comenzarán a disparar y destruir sus satélites, y luego estos fragmentos pueden destruir la Estación Espacial Internacional. Así las cosas no pueden seguir», señaló el director de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin.