La soledad es una condición que tiene un significado diferente para cada persona. Algunos la aman y otros la detestan. En medio están quienes piensan que hay momentos para estar solos y otros en los que se disfruta de la compañía. También hay que repetir, como tantas otras veces, que una cosa es estar solo y otra, sentirse solo.
De hecho, una de las curiosidades de la soledad es precisamente el hecho de que esta no depende del número de amigos, sino de la calidad de los vínculos. Eso lo saben muy bien las personas famosas o con poder, que siempre están rodeadas de gente con las que mantienen relaciones de interés.
El ser humano es sociable por naturaleza, pero ese grado de sociabilidad varía mucho, dependiendo de cada persona y de las circunstancias. Incluso hay personas que viven como ermitaños sin que esto signifique que hayan perdido su “naturaleza”. Veamos algunas curiosidades acerca de la soledad.
“El hombre solitario es una bestia o un dios”.
-Aristóteles-
¿Quién se siente más solo?
Una de las curiosidades de la soledad es que hay muchos estereotipos en torno a ella. Casi todo el mundo piensa que quienes se sienten más solos son los adultos mayores. Sin embargo, se llevó a cabo una investigación que lleva por título “Experimento sobre la soledad”. Los resultados fueron muy interesantes.
Aunque no se trató de un estudio científico como tal, lo cierto es que surgió un dato que resultó sorprendente para todos: los jóvenes se sienten más solos que los ancianos. En el estudio encontraron que solo el 25 % de las personas mayores de 75 años dijeron sentirse solas. En cambio, se sentía solo el 40 % de los jóvenes entre los 16 y los 24 años.
Incluso cuando se les preguntó a los participantes de todas las edades cuándo se habían sentido más solos en su vida, la mayoría respondieron que durante la juventud. Quizás esto se deba a que ese paso de la adolescencia a la juventud adulta coincide con un proceso de individuación en el que, por lo general, se renuncia a los vínculos familiares. Esto puede experimentarse como una gran soledad.
La cara negativa de la soledad
La soledad daña y genera sufrimiento cuando no es elegida; cuando la persona llega a esa situación en contra del propio deseo. Un estudio llevado a cabo en 2011 encontró que la soledad no elegida hace que el organismo se comporte como si estuviera siendo amenazado. Aumenta la presión arterial y hace que se activen las respuestas al estrés físico y psicológico.
El mismo estudio indica que la soledad incrementa el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. Así mismo, disminuiría la eficiencia del sistema inmunitario, lo que aumenta el riesgo de infección. De hecho, las vacunas han mostrado una eficacia menor contra la gripe en personas que experimentaban una soledad no deseada.
Otra investigación señala que la soledad crónica incrementa hasta en un 14 % el riesgo de muerte prematura. Incluso se ha comparado el efecto de esta situación con el del consumo prolongado de tabaco. Y otro detalle curioso: las personas que se sienten solas perciben con más intensidad el frío.
Otras curiosidades de la soledad
Un aspecto positivo de la soledad es que se ha detectado que las personas en esta condición suelen ser más empáticas que los demás. Tienen una gran capacidad para comprender el sufrimiento de otras personas y experimentan una solidaridad natural con quienes sufren. Así que suelen ser mucho mejores amigos que quienes son más sociables.
Y aunque la soledad tiene mala prensa, lo cierto es que el 41 % de las personas piensan que esta condición tiene varios aspectos positivos, como lo indica el primer estudio que citamos. Uno de esos elementos positivos es que facilita la introspección y permite una mayor conexión con uno mismo. De igual manera, las personas solitarias están más preparadas para establecer vínculos significativos con los demás, si tienen la oportunidad.
Los datos disponibles indican que las personas que eligen estar solas son más coherentes en la toma de decisiones, más tranquilas y saben marcar mejor los límites con los demás. Así mismo, juzgan menos a los otros y son más leales. La soledad elegida es para muchos un sinónimo de libertad y de autonomía.