La naturaleza es sabia y por eso cada parte de nuestro cuerpo tiene una función particular que cumplir. Hay sólo una cuya única razón de ser es la de generar placer. Se trata del clítoris, un órgano sexual de la mujer que parece pequeño pero que en verdad, es muy importante. ¿Quieres saber más sobre tu clítoris?
El nombre del clítoris proviene de una palabra griega que significa “llave”. Y ciertamente, el clítoris es ese punto entre los labios menores o interiores de la vagina, que abre la puerta del placer y logra conectar a cada mujer con sensaciones agradables y/o el clímax. Mientras que otras partes del cuerpo que pueden brindar placer erótico tienen al menos otro propósito, la única función del clítoris es la de brindar placer.
Si bien el orgasmo vaginal existe, a muchas mujeres les resulta difícil alcanzarlo. De hecho, se estima que sólo el 30 por ciento de las mujeres logran el orgasmo sólo con la penetración. La mayoría, en cambio, necesita estimulación directa del clítoris para lograrlo. Este, al igual que el pene, aumenta de tamaño durante la excitación del encuentro sexual.
Físicamente, parece una zona pequeña pero esa es sólo la parte visible. Como la punta de un iceberg, esconde un órgano mucho más grande y complejo de lo que parece. Para que te des una idea de su tamaño, es más grande que un pene sin erección y tiene al menos 18 partes que interactúan con las funciones musculares, eréctil y tejidos conectivos. Además, contiene al menos 8 mil terminaciones nerviosas (el doble que el pene, que tiene alrededor de 4 mil), lo que lo convierten en la zona más erógena de la mujer. ¡Sus poderosas sensaciones pueden desparramarse al área pélvica, afectando otras 15 mil terminaciones nerviosas!
La parte visible está compuesta por un área redondeada que se denomina glande y otra parte más grande que forma una especie de capucha sobre el eje del clítoris, que contiene cuerpos cavernosos similares a los del pene. Además, el clítoris incluye tejido eréctil, bulbos vestibulares, el meato uretral y el crus o piernas del clítoris.
Cada clítoris es diferente: algunos son pequeños, otros más grandes, unos están escondidos y otros sobresalen más. Hay algunos que crecen durante la excitación y algunos que son hipersensibles y se esconden detrás de la capucha. Sin embargo, todos parten del mismo tejido genital que durante la gestación del bebé es igual, de hecho, tanto en los hombres como en las mujeres. Al llegar a la semana 12 del embarazo, aproximadamente, cuando comienza a definirse el sexo del bebé, estos tejidos adoptan formas diferentes (en los varones se convierte en pene y en las mujeres en clítoris).
A partir del nacimiento el clítoris no dejará de crecer, de acuerdo a los cambios hormonales en la vida de la mujer. Empieza a aumentar de tamaño durante la pubertad y cuando esta etapa termina ya tiene un tamaño 1.8 veces más grande que el que tenía al inicio. Y el crecimiento no se detiene: cuando la mujer llega a los 32 años de edad, el clítoris es hasta cuatro veces más grande de lo que era al inicio de la pubertad, y luego de la menopausia puede llegar a ser siete veces más grande que en el nacimiento. De todos modos, no debes preocuparte, pues la zona seguirá siendo pequeña así que nadie se dará cuenta de los cambios.
Como dijimos antes, cada clítoris es particular y debes aprender a conocerlo y saber qué cosas te causan más placer para disfrutar más a la hora del sexo. Si no te agrada o quieres cambiarlo ten cuidado. Muchas mujeres han comenzado a someterse a cirugías de la vagina durante los últimos años, en busca de quitar, por ejemplo, partes sobresalientes o crecidas. Sin embargo, estas intervenciones pueden dejar secuelas no deseadas, como insensibilidad en el área. Por eso, la recomendación es que este tipo de cirugías sólo se hagan por razones médicas, cuando hay dolor o problemas de salud, pero no por una cuestión puramente estética.
Ahora ya lo sabes, tu clítoris es un pase mágico al goce y el placer. No te sientas mal si no logras un orgasmo vaginal o a través de la penetración. Recuérdale a tu pareja que, además de una buena comunicación, basta estimular el clítoris para lograr mejores resultados y disfrutar más de tus relaciones sexuales.