Una de las variedades de aperitivos o entrantes que a la gran mayoría nos encantan, son sin duda las croquetas, eso sí, cada uno tiene sus favoritas y pueden ser de pollo, jamón, bacalao, cocido, o de cualquier otro ingredientes que podamos imaginar.
Lo bueno que tienen las croquetas es que casi todas se hacen siguiendo prácticamente los mismos pasos, además, con algo de tiempo y dedicación, conseguimos pequeñas porciones de un bocado que está realmente delicioso.
En este caso te quiero proponer unas croquetas de brócoli con queso, en casa me las suelen pedir a menudo porque gustan mucho, y es que el sabor de esta verdura envuelto con el queso fundido es tan suave que nunca queda ninguna en el plato. Si te parece bien, lo puedes comprobar comenzando con la receta!!
Receta de croquetas de brócoli y queso
Información de la receta
- Cantidad: 20 unidades
- Calorías por ración (kcal): 194
- Tiempo de preparación: 45 minutos
- Tiempo de refrigerado: 2 horas y 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 40 minutos
- Tiempo total: 3 horas y 55 minutos
- Tipo de cocina: Internacional
- Categoría: Aperitivo
Ingredientes necesarios
- 300 gr de brócoli
- 250 ml de leche templada
- 2 huevos batidos
- 30 gr de harina
- 50 gr de mantequilla
- 100 gr de queso rallado
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 pizca de pimienta negra molida
- Pan rallado
- 1 cucharadita de sal
- Aceite de girasol para freír
Preparación de las croquetas de brócoli y queso
Lo primero que tenemos que hacer es cortar el brócoli, le retiramos el tallo y lo cortamos en ramilletes. Los lavamos bien debajo del grifo, escurrimos con el escurridor y lo pasamos a una cazuela con la suficiente cantidad de agua hasta que queden flotando los ramilletes.
Agregamos una buena pizca de sal y calentamos a fuego medio y cocemos el brócoli durante 5-8 minutos o hasta que quede tierno. Seguidamente retiramos, escurrimos bien y trituramos aplastando con un tenedor.
Cogemos una sartén grande y la calentamos a fuego medio, añadimos la mantequilla y cuando se haya derretido agregamos la harina, removemos con unas varillas o cuchara de madera durante un par de minutos para que pierda el sabor de harina.
Añadimos la leche templada y removemos continuamente hasta que se vaya espesando. Después incorporamos la nuez moscada, la pimienta, una pizca de sal y mezclamos bien.
Añadimos el brócoli triturado, mezclamos con los ingredientes de la sartén y por último, incorporamos el queso rallado, volvemos a mezclar de nuevo con las varillas hasta que todos los ingredientes que queden bien integrados.
Pasamos esta bechamel a una fuente y la tapamos con papel film, tratando de que haga contacto y no quede nada de aire, de esa manera evitaremos que se forme una costra.
Dejamos que se enfríe un poco a temperatura ambiente y luego, introducimos la bechamel en la nevera durante 2 horas aproximadamente, de esta forma, conseguiremos que la masa quede más compacta y se puede trabajar mejor con las manos.
Pasado el tiempo indicado, distribuimos en distintos platos, el pan rallado y los huevos batidos. Después de aceitarnos ligeramente las manos, cogemos con una cuchara porciones de la masa y formamos las croquetas.
Pasamos cada una por el pan rallado, después por el huevo y de nuevo por el pan rallado. Las iremos dejando en un plato hasta tenerlas todas. Luego cubrimos con papel film y metemos las croquetas en la nevera durante 30 minutos.
Ponemos abundante aceite en una sartén y calentamos a fuego medio-alto, cuando este caliente, freímos las croquetas en varias tandas para que no se enfríe demasiado el aceite.
Una vez estén doraditas por todos los lados, las iremos retirando y dejamos sobre papel absorbente de cocina para retirar el exceso de aceite.
Hacemos la misma operación hasta que tengamos todas las croquetas listas. Es entonces cuando las tenemos que llevar a la mesa para comerlas calentitas. Buen provecho!!