Crisis en el sector automotriz de Venezuela es tan sólo una parte del impacto que se vive en Estados Unidos y en el resto de los mercados internacionales y que según la consultora Edmunds, el suministro de vehículos podría no llegar a la normalidad hasta 2023.
Esta crisis no solo impacta a Estados Unidos, sino al mercado automotriz internacional, incluido el venezolano. Y es que con apenas dos vehículos ensamblados en el primer trimestre de 2022 el sector automotor en el país caribeño suma registros microscópicos, según detalla la agencia de noticias VOA.
A la falta de carros ensamblados, se le suma la imposibilidad de conseguir crédito para financiar la compra de vehículos nuevos importados. Y sin ahorros en el banco, comprarse un automóvil en Venezuela, incluso de segunda mano, se ha convertido en un lujo al alcance de pocos.
Según expertos consultados por VOA, la política del Banco Central de Venezuela de “asfixiar el crédito para combatir la inflación habría herido de muerte los préstamos bancarios”
La política de “altísimo encaje que se empezó a implementar a partir de 2018”, sería lo que hizo que se llegara a esta situación, de acuerdo al asesor financiero venezolano Enkel García.
“El tener un encaje alto dificulta en buena medida o dificulta muchísimo, y para decirlo de mejor manera, la entrega de créditos cuando tienen los fondos que no pueden estar disponibles. Entonces allí toda la dinámica de créditos se desacelera”, detalló.
La Cámara de Fabricantes de Autopartes de Venezuela, informó que apenas 30.000 de los vehículos que circulan por las vías del país tendrían seis o menos años de antigüedad.
Notiespartano/VF/VOA