El crédito en Venezuela, que estuvo congelado desde 2018, se ha reactivado en los últimos meses y ha aumentado hasta 29.900 %, alza que, sin embargo, no representa una mejora en la capacidad de prosperar a través de la financiación, que no supera los 300 bolívares (aproximadamente 60 dólares), según expertos y consumidores.
Clientes de bancos privados dijeron a Efe que, desde abril pasado, los límites de sus tarjetas fueron aumentados de 1 bolívar (0,19 dólares) a 150 bolívares (29,64 dólares) y hasta 300 bolívares (59,28 dólares), lo que suponen incrementos del 14.900 % y 29.900 %, respectivamente.
La dolarización es clave para el pago de créditos
Al respecto, el economista y jefe de la consultora Ecoanalítica, Luis Arturo Bárcenas, dijo que la banca, de manera cauta, ha empezado a elevar el crédito al consumo al ver que una parte de la población reporta una mejora en sus ingresos debido a la dolarización no oficial de la economía, uno de los motores de la parcial reactivación del país.
«Estamos en un entorno dolarizado, y eso, probablemente, los bancos lo están viendo como una buena noticia en materia de repago de sus créditos. En un entorno donde las personas ahora declaran más ingresos en dólares, por más alto que sea el costo del crédito, es más probable que tu capacidad para repagar el crédito, así sea muy pequeño, sea mayor», dijo.
En abril en abril pasado, la cartera de créditos llegó a 415 millones de dólares, lo que representó un incremento de 219 % respecto a abril de 2020, cuando estuvo en 130 millones de dólares, según cálculos de Ecoanalítica.
Sin embargo, Bárcenas recalcó que, estos incrementos no reflejan una recuperación de la financiación a los hogares, que necesitan una media de 481 dólares para adquirir la canasta básica de alimentos, según estimaciones independientes hechas para una familia de cinco personas.
El declive de la financiación
Según Bárcenas, el declive de la financiación tiene varias causas, entre ellas la caída económica desde 2013, la hiperinflación que vivió el país desde 2017 hasta 2021 y la pandemia, factores que redujeron las capacidades de los hogares y de las empresas de pagar el crédito, lo que hizo que la banca fuera más cautelosa a la hora de prestar.
Pero «el punto cumbre», dijo, fue a partir de 2018, tras la entrada en vigor del plan gubernamental de «recuperación económica», con el «incremento sucesivo del encaje bancario», una medida que obliga a la banca a mantener un porcentaje de sus depósitos en el Banco Central de Venezuela (BCV), que no pueden ser usados, y que ha sido aplicada para contener el tipo de cambio.
En encaje llegó a estar en 100 % en 2019 y se ha reducido gradualmente hasta 73 % el pasado mes de febrero.
Notiespartano/BancayNegocios