La Corte Penal Internacional (CPI) dictó este jueves órdenes de detención contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, como máximos responsables de la comisión de crímenes de guerra y lesa humanidad en la Franja de Gaza al menos desde el 8 de octubre del año pasado.
Los jueces también aprobaron la orden de arresto de Mohammed Deif, un alto cargo de Hamás considerado jefe de su ala militar, aunque Israel ya lo declaró muerto en un ataque israelí lanzado el pasado junio contra la Franja, un fallecimiento que nunca fue confirmado por el grupo islamista, y que tampoco pudo confirmar la Fiscalía del tribunal.
Con esto, la Sala de Cuestiones Preliminares rechazó por unanimidad las impugnaciones presentadas en septiembre por Israel, que negaba la jurisdicción de la CPI sobre la situación en el Estado de Palestina en general, y sobre los ciudadanos israelíes en particular.
Según informó el jueves el Ministerio de Sanidad del gobierno de Hamás para Gaza, el número de muertos en el territorio palestino ha alcanzado los 44.056 desde el inicio de la guerra con Israel hace más de un año.
Mohammed Deif, arquitecto de los túneles del enclave palestino y acusado de ser el cerebro del atentado del 7 de octubre, murió, según Israel, en un ataque del Estado hebreo el 13 de julio.
La CPI, al considerar que “no tiene pruebas de su muerte”, ha decidido emitir también una orden de detención contra él, porque tiene, según el comunicado, “motivos razonables para creer” que es responsable de “crímenes contra la humanidad” como “asesinato, exterminio, tortura, violación y otras formas de violencia sexual”, así como los crímenes de guerra de “asesinato, trato cruel, tortura, toma de rehenes, ultrajes a la dignidad personal, violación y otras formas de violencia sexual”.
De la misma manera, la Corte los consideró responsables como “superiores civiles por el crimen de guerra de dirigir de forma intencionada ataques contra la población civil” en la Franja de Gaza.