Brasil, el mayor exportador mundial de café, recogerá este 2025 una cosecha de 51,8 millones de sacas (de 60 kilos) del grano, lo que supone una reducción del 4,4 % con respecto a la zafra anterior, informó este martes el Gobierno brasileño en su primera proyección del año.
En un año marcado por un ciclo bienal bajo, los efectos de la sequía y las altas temperaturas en las fases de floración impactaron negativamente en la productividad, según explicó la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), vinculada al Ministerio de Agricultura.
De esta forma, el rendimiento por hectárea bajará un 3 % frente al de 2024, pese a que el área total destinada al cultivo de café aumentará este año un 0,5 %, hasta las 2,25 millones de hectáreas.
En este contexto, Brasil espera que la producción del café tipo arábiga caiga un 12,4 % en relación al año anterior, afectada por el ciclo bienal bajo y las adversidades climáticas, especialmente en el estado de Minas Gerais, región cafetera líder en el país.
Para el café robusta, sin embargo, proyecta un crecimiento del 17,2 %, impulsado por los buenos resultados del estado de Espírito Santo, responsable de casi el 70 % de la producción nacional de esa especie.
Todo ello en un escenario de «mayor restricción de la oferta mundial de café, con unas existencias en niveles históricamente bajos y una demanda creciente en el mercado internacional», de acuerdo con la Conab.
El organismo señaló que ese cuadro ha sustentado el alza de los precios internacionales, con «importantes subidas» del arábiga y el robusta en las bolsas de Nueva York y Londres, respectivamente.
Producción Máxima
En 2024, Brasil exportó el récord de 50,5 millones de sacas (de 60 kilos) de café, un 28,8 % más frente al año anterior, con unos ingresos de 12.300 millones de dólares (+52,6 %), según los datos oficiales.
Ese salto de la facturación vino impulsado por la valorización del café en el mercado externo y por la fuerte depreciación del real brasileño frente al dólar.
Notiespartano/EFE