¿Quieres tener piel de porcelana después de los 40? El colágeno es uno de los activos que sin duda debes incluir en tu rutina de skincare, pues ayuda a contrarrestar los signos de envejecimiento. Afortunadamente, puedes obtener colágeno de forma natural con algunos ingredientes de tu cocina y, en esta ocasión, te mostraremos cómo hacer una crema de arroz que te ayudará a lucir una piel joven y sana.
El arroz es uno de los ingredientes favoritos de las mujeres coreanas, pues lo usan primordialmente en su rutina de cuidado de la piel gracias a los múltiples beneficios que tiene. Sin embargo, es importante que, antes de aplicar cualquier producto sobre la piel, realices una prueba de alergia o lo consultes con un dermatólogo para que te indique si este tipo de tratamiento facial es ideal para ti.
¿Para qué sirve el colágeno?
El colágeno es una proteína que el cuerpo produce naturalmente y que se encarga de mantener los tejidos con suficiente elasticidad e hidratación para evitar el envejecimiento prematuro. Sin embargo, después de los 30 años su producción disminuye, causando la aparición de arrugas, líneas de expresión y sequedad. Es por eso que se recomienda intentar obtener colágeno natural para contrarrestar los signos de la edad.
¿Qué pasa si me pongo crema de arroz en la piel?
Las cremas hidratantes son primordiales en cualquier rutina de cuidado de la piel, sin embargo, aquellas que están hechas con arroz son ideales para lucir una piel de porcelana, ya que el arroz es rico en vitamina B y E, las cuales ayudan a renovar las células de la piel. Usar una crema de arroz te ayudará a producir colágeno, suavizar la piel, eliminar manchas y mejorar la textura de la piel.
¿Cómo hacer crema de arroz casera?
Ingredientes:
- 2 cucharadas de arroz
- 2 cucharadas de linaza
- 1 taza de agua
- 1 papa
- 1 cucharada de maicena
Procedimiento:
En una olla coloca el arroz y la linaza con la taza de agua. Revuelve y lleva a fuego lento por 10 minutos. Deja que la mezcla enfríe por completo. Posteriormente, ralla la papa y únela a la mezcla. Licúa todo y cuela con ayuda de una manta de cielo para obtener el líquido. Finalmente, coloca la mezcla en un sartén y añade una cucharada de maicena o fécula de maíz. Remueve hasta que tome una consistencia cremosa. Vierte en un frasco con tapa y ¡listo! Ya tienes tu crema de arroz.