Nos hemos comido helados con formas de cohete, de pequeños fantasmas, e incluso de pies, pero el caso de este helado… el caso de este helado es un auténtico trampantojo.
Aunque se te presente como un plato bien rico de espaguetis con su salsa de tomate y su queso espolvoreado por encima, lo cierto es que no hay ni rastro de esos tres ingredientes sobre el plato.
Fue con tan solo 17 años durante unas vacaciones de Semana Santa cuando a Dario Fontanella, maestro heladero, se le ocurrió probar a elaborar este postre en la heladería que su padre tenía en Mannheim y que con los años se ha convertido en su seña de identidad.
Aunque en un primer momento Fontanella intentó darle forma al helado con ingredientes que creasen la bandera de Italia utilizando pistacho, limón o fresa, aunque solo conseguía obtener salsa de hielo derretida. Pero el que la sigue la consigue.
Vainilla, frambuesas y chocolate blanco
El joven Dario le presentó su invento a su padre, quien le sugirió que utilizase helado de vainilla para elaborar los espaguetis y que así se pareciesen lo máximo posible al color de la pasta, y una vez descubierta la base, el siguiente paso era encontrar las ‘salsas’.
Las frambuesas y las fresas se convirtieron en el ingrediente estrella para recrear la supuesta salsa de tomate de estos falsos espaguetis, y como colofón final, «parmesano» elaborado en un primer momento a partir de un huevo de Pascua de chocolate blanco rallado.
«Al final, se creó el helado de espagueti perfecto, enriquecido por la experiencia de innumerables fases de prueba: un poco de crema debajo del helado de vainilla prensado a través de la prensa spaetzle, una salsa hecha de puré de fresas como «salsa de tomate», espolvoreada con «Parmigiano «chocolate blanco rallado», aseguran desde Eis Fontanella, la heladería donde probar este curioso postre.