La conducta sexual compulsiva es una alteración psicopatológica asociada a diversos cuadros psiquiátricos y neurológicos.
Expertos señalan que esto puede ser un verdadero problema para algunas personas, pues los incita a realizar actos arriesgados y autodestructivos con su libido como protagonista.
La persona que sufre de conducta sexual compulsiva tiene pensamientos sobre temas sexuales casi de forma constante y de manera intrusiva; no es capaz de controlar su impulso sexual; es promiscua, y su conducta sexual la oculta mediante engaños, mentiras; y frecuentemente recurre a la masturbación, encuentros con desconocidos, cibersexo, pornografía y prostitución.
¿Cómo afecta la conducta sexual compulsiva?
Es un tipo de adicción que afecta no solo a quién lo padece, sino a todo su entorno.
La adicción sexual lleva a cometer actos de violencia, de abusos, infidelidades, entre otras conductas sexuales descontroladas y nocivas; y que en muchas ocasiones no pueden controlar.
Douglas Weiss, psicólogo y director ejecutivo del Centro de Psicoterapia Heart to Heart de Colorado Springs señala que hay diferencias claras entre las personas que tienen impulsos sexuales muy intensos y las personas adictas al sexo.
“La persona con mucha libido desea una conexión emocional”, dijo. “El adicto al sexo sólo quiere su dosis. No se trata de intimidad. Es sobre esa dosis. Durante el acto en sí, los adictos al sexo están desvinculados”.
Tratamiento
Este tipo de problemas se puede tratar a través de programas contra la adicción sexual. Programas que tienen que ver con tratamiento psicológico, debido a que este trastorno es principalmente de carácter mental.
Los especialistas señalan que el primer paso es asumir el problema y luego buscar ayuda.
Incluso, en algunas ocasiones se pueden recetar medicamentos y hasta invitar a grupos de autoayuda.
Independientemente de cuál sea el tratamiento que se emplee, el objeto principal será ayudar a controlar los impulsos y a reducir los excesos en la conducta mientras mantienen actividades sexuales saludables.
De interés
– No se ha demostrado que se necesite cada vez más sexo para obtener el mismo efecto, como ocurre con la adicción a las drogas.
– Aunque conlleva conductas arriesgadas, no hay evidencia sólida de que la toma de riesgos aumente, como en las demás formas de adicción.
– Puede ser difícil, o imposible, que la gente abandone la conducta sexual compulsiva, los investigadores no están seguros de que en realidad sufren de abstinencia.
– Por otra parte, expertos señalan que el uso de drogas y los juegos de azar “no son estados impulsados por la biología, como comer, dormir o el sexo”. “Todos queremos comer, dormir y tener relaciones sexuales”. En otras palabras, es difícil atribuir algo que la gente necesita hacer como parte de ser seres humanos a la adicción.
Consecuencias
En la mayoría de los casos, la persona con conducta sexual compulsiva también suele tener problemas de alcoholismo o abuso de drogas u otros problemas de salud mental, como ansiedad o depresión; las cuales también requieren de tratamiento.