La pasta es uno de esos platos que suelen gustar a todo el mundo y es, además, un producto muy agradecido, ya que siempre está sabroso, independientemente de las técnicas que se empleen para su cocinado. Salsa pesto, salsa boloñesa, salsa carbonara… la lista de opciones para acompañar este plato son infinitas.
Hoy te queremos hablar de la salsa blanca, una propuesta deliciosa y fácil de elaborar para aquellos amantes de la gastronomía que no tengan mucha experiencia detrás de los fogones. Aunque muchos la confundan con la salsa Alfredo, queremos destacar que se trata de dos recetas completamente distintas, ¡no te despistes!
Para la propuesta de hoy, te descubrimos una deliciosa receta de salsa blanca para pasta, pero te alegrará saber que te servirá también para otros platos, como por ejemplo, el pollo en salsa blanca. ¿Estás preparado? Te explicamos, paso a paso, cómo hacer salsa blanca para pasta, una opción deliciosa que requiere poco tiempo y esfuerzo y que sorprenderá a todos tus invitados. ¡Toma nota!
- Una olla para hacer la salsa blanca, aunque no es preciso que sea muy grande. Dependerá de la cantidad.
- Un cazo para calentar la leche.
- Una cuchara de madera para remover la salsa y mezclar mejor los ingredientes
¿Te preguntas cómo hacer salsa blanca fácil para pasta? Lo primero que debes hacer es poner las dos cucharadas de mantequilla en una olla al fuego para que se derrita. Es esencial no utilizar temperaturas muy elevadas, ya que nuestro objetivo es que se deshaga poco a poco, no que se queme.
Mientras la mantequilla se está derritiendo, puedes coger un cazo pequeño y añadir la leche que has preparado previamente en una taza mediana. Recuerda que debes poner la cacerola a fuego lento, ya que tendrás que retirarla justo antes de que la leche empiece a hervir.
Cuando la mantequilla se haya derretido, incorpora a la cazuela la harina de trigo. Es mejor que la vayas añadiendo poco a poco para que se ligue bien con la mantequilla y no queden grumos. No te olvides de remover constantemente la mezcla, así quedará una pasta completamente homogénea y con una textura cremosa. Una vez hayas añadido toda la harina, remueve durante un minuto para que la mezcla sea perfecta.
Una vez tengas esta pasta cremosa, es el momento de verter la leche. Igual que con la harina, es fundamental que vayas añadiendo la leche poco a poco a la mezcla.
La clave está en hacer nuevamente una textura cremosa, fina, suave y sin grumos. Remueve la mezcla con una cuchara durante todo el proceso, hasta que todo quede bien ligado y esta empiece a hervir y a espesar. El fuego debe seguir a baja temperatura ya que, de lo contrario, los ingredientes no quedarían bien mezclados, aparecerían grumos e incluso se podría llegar a quemar.
Tras verter la leche, verás que la mezcla empieza a hervir. Sigue removiendo bien hasta que espese y, cuando lo haga, calcula unos dos minutos para sacarla, pero siempre vigilando para que no espese demasiado.
Una vez la salsa haya espesado, es el momento de retirar la cazuela del fuego y añadir la sal y la pimienta. La cantidad dependerá de tu gusto personal y del punto de sabor que quieras darle a la receta. Si te gusta la nuez moscada, ahora es el momento de poner la cantidad deseada.
Ya has acabado de hacer la salsa blanca casera para pasta, pero si quieres añadir algún otro ingrediente, es tu decisión. Ahora sólo falta añadir la salsa a la pasta que hayas escogido y esperar a que tus invitados se chupen los dedos. Si te ha gustado la receta, te recomendamos este artículo sobre Cómo hacer salsa bechamel, ya que es otra opción deliciosa y muy popular.
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- Para cocinar salsa blanca, es mejor que utilices cucharas de madera para remover y mezclar. Además de no dañar la olla, conseguirás que la salsa no se quede pegada.
- Mantén siempre el fuego a temperatura baja y constante para evitar que se queme la salsa o se pegue a la cazuela.
- No es bueno subir la temperatura del fuego para acelerar el proceso y luego bajarla, ya que es habitual que la salsa se eche a perder.
- Estas cantidades son para cuatro personas, pero si te gusta añadir mucha salsa a tu plato, deberás poner más cantidad de cada ingrediente.