Practicar deporte de manera habitual es beneficioso no solo para la salud física, también aumenta la sensación de bienestar y hasta disminuye el estrés mental.
Expertos señalan que la realización de una actividad física con cierto grado de duración e intensidad proporciona un beneficio psicológico importante al mejorar la autoestima y la confianza en sí mismos.
Fuerza de voluntad en el deporte
El deporte es sin duda uno de los mejores métodos para ayudar a prevenir problemas de salud, pues mejora el sistema inmunológico y, además, favorece el bienestar emocional de la persona.
¿Cómo se logra? Gracias a la fuerza de voluntad de la persona que está decidida a ejercitarse y ha establecido la actividad como un hábito del día a día, comienza a entrenar el corazón y reduce el riesgo de cardiopatías, por ejemplo.
De igual manera, reduce los niveles de colesterol en la sangre, se siente mejor consigo mismo al verse al espejo y verse más delgado o tonificado; y esto se traduce en una satisfacción personal.
En conclusión, la fuerza de voluntad es clave en todo este proceso en el que la persona decide realizar algún deporte bien sea para rebajar o simplemente sentirse bien consigo mismo.
¿Incide en la autoestima?
Según los expertos, el deporte produce diferentes mecanismos beneficiosos para la autoestima en el cerebro, concretamente en el área donde se controlan los estados de ánimo y la representación de la imagen como persona.
Es decir, contrario a lo que se creía que el entrenar aumentaba la autoestima al ver los resultados físicos que se han logrado, se ha venido demostrando que muchas más personas se ejercitan solo por sentirse bien.
Ya no es por lo externo, sino que ayuda a elevar el estado de ánimo a través de la segregación de neurotransmisores relacionados con el bienestar. Facilita sentirse feliz, ayuda a tener pensamientos positivos, serenidad y reduce el estrés.
En este sentido, hacer deporte no solo aumenta la autoestima al lograr los objetivos propuestos, pues esto, además, incrementa la energía, regula el estado de ánimo y nos hace más fuertes y seguros.
Por tanto, el deporte mejora la autoestima no solo al ver los resultados frente al espejo, también se da gracias a la satisfacción por los resultados y a la segregación de las hormonas de la felicidad.