La temporada vacacional escolar despertó el talento en la cocina de niños, niñas y adolescentes, gracias al Club de Embajadores Mirasol, de la empresa Coposa.
En dos eventos del programa “chefcitos”, uno en Caracas, y otro en Cagua, estado Aragua, Coposa puso en práctica valores importantes como trabajo en equipo, creatividad, organización, inclusión y hasta desarrollo de un oficio.
En Caracas, la pastelera Yury Rodríguez, conocida como @yuryscakes, desarrolló clases semanales, entre julio y agosto, como parte de un plan vacacional en el que atendió a más de 100 niños y jóvenes.
Gracias al concurso «Chefcitos Mirasol», promovido en las tiendas del supermercado Luz, los clientes ganadores tuvieron la oportunidad de enviar a sus hijos a las clases de cocina.
La abuela Sol entusiasmo a los padres e hijos a participar

La presencia de la abuela Sol en los puntos de venta, permitió el entusiasmo de padres e hijos de participar en el concurso para compartir el amor, la tradición, la unión familiar, y la venezolanidad que en cada casa ocurre cuando la cocina es la protagonista.
La segunda interacción tuvo lugar en la ciudad de Cagua, donde se desarrolló el primer taller de pastelería infantil “Chefcitos” de la mano de José Montero, embajador de la marca Mirasol en la región central del país, y en el que 15 pequeños prepararon sus propios postres y llenaron de alegría la pastelería “Dolce Cioccolato”, en una clase interactiva y divertida.
Sobre la experiencia, Montero destacó que, siempre le ha gustado “sembrar semillas” y hace ocho años contactó a una escuela de Cagua que atiende a niños con alguna discapacidad y cada semana lleva a un grupo para, literalmente, brindarles dulces momentos, enseñándoles a hacer un postre y descubrir sus talentos.
Destaca, que la tarea ahora es más fácil al obtener de Coposa productos de primera calidad como aceite, manteca y margarina, un engranaje perfecto para un programa que lleva implícita formación hacia el trabajo, inclusión y profesionalismo.
Por su parte, Adriana Reck, directora encargada del Taller de Educación Laboral Nacional Sucre, que promueve la inserción en la comunidad de jóvenes y adultos con discapacidad intelectual, autismo y otras condiciones asociadas, y cuyos estudiantes participaron con el cheff Montero, dijo que es fascinante ver a los niños haciendo tareas de igual a igual con otros; por lo que destaca el objetivo de programas como el de Coposa, ya que en efecto tienen experiencias positivas de integración social, luego de este tipo de actividades que despierta la creatividad y abre oportunidades.
Las jornadas estuvieron cargadas de aprendizajes acerca de las técnicas básicas de cocina, recetas saludables y divertidas, manipulación segura de alimentos y presentación de platos creativos, como panes de hamburguesa de colores, pizzas, galletas, profiteroles, tartaletas y otros postres.
De aquí la importancia del Club Emprendedores Mirasol, de Coposa, ya que fomenta la creatividad en los niños a través del fortalecimiento de la convivencia y permite hacer real y práctico el compromiso de las marcas con el desarrollo de las generaciones en desarrollo, con especial apoyo a poblaciones vulnerables.
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