Tal parece que la tecnología avanza cada vez un poco más que hasta los robots podrían sentir dolor en el futuro. Esta novedad podría ser posible gracias al desarrollo de una piel artificial que puede imitar sensaciones incómodas.
La piel está siendo desarrollada por científicos de la Universidad de Glasgow (Reino Unido). La mano mecánica equipada con la que realizaron el experimento, mostró una notable capacidad para aprender a reaccionar ante estímulos externos, como un pinchazo en la palma de la mano.
El prototipo fue presentado en la revista Science Robotics, exponiendo que es un avance significativo en la robótica sensible al tacto que incluso podría mejorar las prótesis, al darles una sensibilidad al tacto casi humana.