Por intermedio del portavoz de Exteriores, el Gobierno de China aseguró este viernes que desea «reforzar la confianza mutua» con el Vaticano, después de que el papa Francisco enviara un mensaje de «buenos deseos» al presidente Xi Jinping y al pueblo chino, durante su viaje a Mongolia. Pese a las tensas relaciones, Pekín respondió al gesto de «amistad” del religioso argentino.
«China está dispuesta a seguir trabajando con el Vaticano para entablar un diálogo constructivo, reforzar la comprensión y la confianza mutua», declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, en una rueda de prensa periódica, y agregó que Pekín «promoverá un proceso de mejora de las relaciones bilaterales».
Mientras su avión sobrevolaba el espacio aéreo chino, Francisco envió bendiciones de «unidad y de paz” al pueblo chino y a sus autoridades. Tradicionalmente, el Vaticano envía telegramas a los jefes de Estado de los países que sobrevuela el papa, y en esta ocasión el avión que lleva a Francisco sobrevoló, entre otros, Bulgaria, Turquía, Georgia, Azerbaiyán, Kazajistán y China.
Tradicional telegrama
«A Su Excelencia Xi Jinping, presidente de la República Popular China. Envío saludos de buenos deseos a su excelencia y al pueblo de China al pasar por el espacio aéreo de su país en ruta hacia Mongolia. Asegurando mis oraciones por el bienestar de la Nación, invoco sobre todos ustedes bendiciones de unidad y paz», se leía en el telegrama, que usaba palabras muy parecidas a los enviados al resto de países sobrevolados.
El viaje de Francisco a Mongolia, un país con escasa presencia de católicos, es más bien una señal política, estiman algunos analistas. El Vaticano quiere dejar en claro que apoya a sus fieles en una región enclavada entre China, país con el que el Vaticano no tiene relaciones, y Rusia. En la misa que ofrecerá el 3 de septiembre, Francisco se reunirá con un puñado de católicos locales, más otros provenientes de Rusia, China, Tailandia, Kazajistán, Kirguistán, Azerbaiyán y Vietnam.
Notiespartano/DW.com