El director de LOG Consultancy, Giulio Cellini, sostiene que la posibilidad de que emerja un outsider en el tablero político venezolanos requiere de una serie de condiciones que todavía están por verse.
En entrevista para Contrapunto, el especialista consideró que en este momento la política no forma parte de la prioridades de la gente. «Pareciera haber sido puesto de lado porque, naturalmente, las prioridades son otras y tienen que ver con la subsistencia humana: la alimentación, el trabajo, la generación de ingresos para cubrir las necesidades básicas. Además en esta situación socioeconómica que vive el país, al menos los dos últimos años y medio, pareciera que las prioridades de la gente son otras y no el desenlace de la situación política», explicó.
Sin embargo precisó que sería positiva una eventual «reanimación» del debate político en la medida en la que se conozcan los candidatos.
«Hace que las dinámicas se replanteen, que nuevamente la gente vuelva a mirar al tablero político y entienda que hay un debate que no ha sido resuelto del todo y que hay avanzar en ese sentido. Que hay una fecha que es el 2024 para la cual hay que irse preparando y la población comienza a ver a las figuras políticas con visión analítica para decidir cuál de estas personas es la que mejor lo representa para ser candidato presidencial».
Al ser consultado sobre el consenso y las primarias Cellini señala que esa lluvia de lluvia de candidatos debe decantarse en unas eventuales primarias de la oposición en donde puedan ponerse de acuerdo en un solo candidato presidencial.
“Eso es lo estratégicamente imperativo, racional y lógico. Ya se ha acudido a ese mecanismo, no solo para candidatos presidenciales como el 2012. Soy de la tesis de ir a tanto consenso como sea posible y tantas primarias como sea necesario”, sugiere.
Cellini señala que es lógico que se hable de un outsider en el escenario donde más del 60% del país no se siente identificado ni con el gobierno ni con la oposición, “por lo tanto la salida más rápida que se podría pensar es la salida un outsider. Ahora no es tan fácil como ir a una tienda y comprar un outsider o sacarlo de un sombrero de mago”.
“El outsider debe ser una figura capaz de entenderse con las figuras del Gobierno lo suficiente como para que, llegado el momento de ser electo, se pueda entender con esta persona a los efectos de todo lo que tenga que ver con la transición”, sentencia.
Advierte que “las personas que no son de la clase política no siempre son capaces de entenderse en los códigos de los políticos, en el lenguaje de los políticos y esa generación de confianza es indispensable. Un outsider de la oposición tiene que tener la capacidad de entenderse políticamente con el Gobierno para ver lo vinculado a eventual transición en el poder que puede implicar la justicia transicional”.
Notiespartano/Contrapunto