El economista Oscar Torrealba, investigador del Observatorio de Gasto Público del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad) explica que existe lo que se conoce en la jerga especializada como “fluctuación sucia” que significa introducir dólares en el mercado formal de divisas intentando controlar la inflación, al mantener el tipo de cambio en un límite.
Intentar controlar el tipo de cambio inyectando dólares a la economía y a la vez continuar aumentando la base monetaria en bolívares carece de sentido, a juicio de Torrealba.
Asimismo, el economista explica que las medidas emprendidas por el gobierno nacional a través del Banco Central de Venezuela (BCV) desde noviembre del año pasado, obedecen a lo que se conoce en la jerga especializada como “fluctuación sucia”, lo que significa introducir dólares en el mercado formal de divisas intentando controlar la inflación, al mantener el tipo de cambio en un límite.
“Al aumentar el tipo de cambio, la expresión en bolívares de muchos productos y servicios aumenta; por eso se cree que manteniéndolo a raya se genera algún tipo de estabilidad”, comenta.
Una medida que no es infinita
Para Torrealba, el problema de esta visión tiene dos aristas. En primer lugar, insiste en que mientras siga habiendo un aumento de los bolívares en el país, se mantendrá una presión constante al alza de los precios.
Al respecto, también comenta que existe la “ilusión” de que hay pocos bolívares en el país “porque la gente no atesora los bolívares, pues es una moneda que pierde valor, para, por ejemplo, comprar bienes de alto valor”. Por el contrario, estima que la base monetaria al menos se ha duplicado, en el primer semestre del año 2022.
Añade que este comportamiento (no atesorar en bolívares) incide en la búsqueda por parte de la población de dólares o de lo que se conoce como stable coins, incluidos criptoactivos. Esto provoca un aumento en la demanda de dólares y su consiguiente incremento de precios en lo que se conoce comúnmente como “mercado paralelo”, generando así una brecha elevada respecto al tipo de cambio “oficial”.
Por otro lado, el investigador advierte que esta inyección de dólares no es una medida “infinita”. “Los dólares son finitos, así que llegará un momento en que la aplicación de esa política tendrá un tope, porque no habrá suficientes recursos para seguir sosteniéndola en el tiempo”, asegura.
A juicio de Torrealba, para controlar verdaderamente la inflación y problemas asociados como el aumento del tipo de cambio sin medidas artificiales, es necesario apuntar a las causas de base, que a su juicio son de tipo fiscal y tienen un impacto sobre lo monetario.
Igualmente, el economista subraya que la falta de autonomía del BCV hace que se convierta en ejecutor de políticas dictadas por el gobierno nacional, cuando por el contrario esta autonomía e independencia deberían rescatarse para garantizar una verdadera recuperación económica del país.
Notiespartano/800Noticias