Los reyes Carlos III y Camila del Reino Unido inician este viernes una visita a Australia para reunirse con líderes del país y después viajan a Samoa para participar en la reunión de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth, excolonias).
Durante este viaje -del 18 al 26 de octubre-, el monarca, de 75 años, hará una pausa en su tratamiento oncológico, lo que pone de manifiesto la gran importancia que el Reino Unido otorga a la gira en momentos de un avance del fervor republicano en Australia.
Este será la primera visita que hace a Australia desde que Carlos III asumió como jefe de Estado británico a la muerte de su madre, la reina Isabel II, el 8 de septiembre de 2022.
Carlos III ha hecho numerosos viajes a Australia -17 con el que inicia mañana-, un país con importantes lazos culturales, económicos y militares con el Reino Unido.
Visita al Parlamento y homenaje a los caídos
En Camberra, la pareja real visitará el Parlamento y se reunirá con líderes políticos y comunitarios antes de presentar sus respetos a los caídos del país ante el Monumento de Guerra Australiano.
El rey visitará la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO, en inglés), donde se reunirá con los bomberos y aprenderá más sobre el trabajo del centro para combatir los incendios forestales que devastan millones de hectáreas de tierras australianas durante los veranos australes.
Los reyes también recorrerán el Jardín Botánico Nacional, hogar de la mayor colección viva de plantas nativas australianas del mundo, donde conocerán sobre el uso de las plantas autóctonas.
El rey se reunirá con los expertos Georgina Long y Richard Scolyer para conocer más sobre su trabajo para ayudar a los afectados por el melanoma, uno de los cánceres más comunes en Australia.
Asimismo, la reina Camila, que quiere fomentar en los niños el hábito de la lectura, visitará una biblioteca en Sídney para reunirse con menores que participan en un concurso de ensayos, según el programa.
También escucharán a los empleados y voluntarios hablar sobre cómo el cambio climático está afectando a la biodiversidad, mientras que en el oeste de Sídney asistirán a una barbacoa comunitaria, una gran tradición de los australianos, según la agenda oficial que ha divulgado el palacio de Buckingham, residencia oficial de la familia real.
En esta barbacoa, los reyes degustarán una variedad de productos de Nueva Gales del Sur, experimentarán la diversidad cultural de las comunidades australianas y conocerán a los residentes locales.
El rey también se reunirá con representantes y grupos aborígenes e isleños del Estrecho de Torres para aprender sobre su trabajo de apoyo a la comunidad local y fortalecimiento de la cultura.
Después, los reyes viajarán a Samoa para una visita de Estado de cuatro días para participar en una reunión de Jefes de Gobierno de la Mancomunidad Británica de Naciones que Carlos III inaugurará.
El auge republicano
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ya ha manifestado su intención de celebrar un referéndum sobre la ruptura de los lazos con la monarquía del Reino Unido.
Se espera que los reyes británicos sean recibidos con varias protestas antimonárquicas en Australia.
El director de la organización británica Republic, Graham Smith, espera encabezar algunas manifestaciones simbólicas en la capital australiana, Camberra, y en Sydney la semana que viene.
El pasado fin de semana, el diario ‘Daily Mail’ publicó que Carlos III no interferirá si un día los australianos deciden renunciar a la monarquía, en un intercambio de cartas con el movimiento republicano de ese país.
El secretario personal del monarca, Nathan Ross, dijo que éste siente «un profundo amor y afecto» por Australia.
«Tengan la seguridad de que sus opiniones sobre este asunto han sido tomadas en cuenta cuidadosamente», afirmó en nombre del rey.
«Su Majestad, como monarca constitucional, actúa siguiendo el consejo de sus ministros y, por lo tanto, la decisión de si Australia se convierte en una república es una cuestión que deben decidir los ciudadanos australianos», agregó.
NOTIESPARTANO/EFE