Los candidatos de cuatro partidos minoritarios a las elecciones presidenciales de mayo en República Dominicana protagonizaron este miércoles un debate en el que no faltaron las críticas al Gobierno y donde estuvieron presentes cuestiones como la lucha contra la corrupción y el derecho al aborto.
En esta ocasión plantearon sus posiciones un conservador, el aspirante del partido Generación de Servidores el pastor evangélico Carlos Peña, y tres progresistas: la candidata del Frente Amplio (FP), la educadora María Teresa Cabrera; el cardiólogo Fulgencio Severino, por Patria para Todos y Todas, y la periodista Virginia Antares Rodríguez, de Opción Democrática (OD).
Este debate fue la antesala del que el próximo miércoles llevarán a cabo los tres principales candidatos a la Presidencia de República Dominicana, el actual jefe de Estado Luis Abinader, el exmandatario Leonel Fernández y el alcalde de Santiago (segunda ciudad del país), Abel Martínez.
La corrupción en el punto de mira
En todos los temas tratados esta noche, Peña fue el más incisivo contra el gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) de Abinader, formación a la que calificó de «narcopartido», e insistió en la supuesta corrupción con la que se maneja el Ejecutivo.
La corrupción fue precisamente uno de los asuntos principales de este debate, organizado por el Grupo de Medios Panorama y Somos Pueblo Media y en el que también se abordó la seguridad ciudadana, la migración haitiana, la educación, la sanidad, el medioambiente o el aborto.
Para Peña, quien acusó al Gobierno de utilizar 4.500 millones de pesos (unos 75 millones de dólares) para presuntamente silenciar a la prensa dominicana, «la corrupción de Abinader ha impedido que podamos disfrutar de los servicios médicos (…) El 30 % del presupuesto destinado a la salud lo utilizan los ilegales que están en República Dominicana. Queremos impedir eso».
Por su parte, Rodríguez afirmó que la corrupción empieza en la campaña electoral, cuando grupos económicos financian a determinados aspirantes para que, cuando lleguen al poder, les recompensen con el dinero del pueblo.
Como soluciones a este problema, Severino dijo que en un eventual Gobierno suyo se aumentaría el presupuesto a la justicia para emplear a más fiscales y que estos cuenten con recursos para lograr completar sus investigaciones, mientras que Cabrera consideró clave la transparencia en el manejo de los recursos y abogó por un Ministerio Público independiente.
La polémica también estuvo presente en el tema del aborto, una práctica prohibida en República Dominicana y respecto a la cual los tres aspirantes progresistas defendieron la interrupción del embarazo en las tres causales de violación o incesto, cuando la vida de la madre esté en peligro y cuando haya malformaciones congénitas incompatibles con la vida.
Por el contrario, el aspirante evangélico insistió en que «el derecho a la defensa de la vida debe respetarse. El aborto es un crimen agravado porque se está matando a una persona que no puede defenderse».
Otros temas abordados fueron la defensa del medioambiente, el matrimonio homosexual, la reforma de la Policía, la seguridad ciudadana o la educación, vista esta última como una posible solución a la inseguridad en el país.
Los dominicanos acudirán a las urnas el próximo 19 de mayo, por segunda vez este año tras los comicios municipales de febrero, para participar en las elecciones legislativas y presidenciales, en las que Abinader parte como favorito.
Notiespartano/EFE/rsl-avd/acm/rrt