El candidato opositor de Venezuela Luis Eduardo Martínez prometió este martes que, de ganar las elecciones presidenciales el próximo 28 de julio, su primer decreto será aumentar el salario mínimo a 300 dólares mensuales, es decir, un incremento de casi un 8.500 % sobre los 3,5 dólares de sueldo básico actual.
«Es posible un salario de arranque de 300 dólares americanos. Ese es nuestro compromiso», aseguró Martínez.
Sin embargo, como advirtieron economistas a EFE, Venezuela no tiene la capacidad de subir, de inmediato, el salario mínimo por las limitaciones económicas del país, las obligaciones de la ley del trabajo y el gasto público que representaría para el Estado.
El economista Asdrúbal Oliveros dijo que un aumento del salario mínimo traería consigo «costos significativos» en particular para el Estado, que es «el principal empleador» del país, con una nómina de 2,5 millones de trabajadores activos -según cálculos de Ecoanalítica, la firma de Oliveros-, aunque la carga es mucho mayor si se suman los jubilados y alrededor de cuatro millones de pensionados.
«No es un tema de ganar 100 dólares, 200 dólares, es un tema de que, con el flujo actual de ingresos que tiene el Estado venezolano, es insostenible darles un ingreso, vamos a utilizar la palabra ‘digno’ (…). Este Estado es inviable con ese número de trabajadores», agregó.
El candidato Martínez aseguró también que su primer decreto garantizaría un aumento para los pensionados, quienes también reciben sueldo mínimo, y los jubilados.
No obstante, tal como explicó el economista Leonardo Vera a EFE, un ajuste de este tipo implicaría que el Estado destinara todo el presupuesto de la nación solo en ese volumen de dependientes.
Notiespartano/efe