El cáncer es una enfermedad maligna que puede afectar cualquier tejido del organismo. A pesar de que existen algunos tumores muy conocidos, como el de mama, próstata o cuello uterino, hay otros menos frecuentes, como lo es el cáncer de mandíbula.
También conocido como carcinoma ameloblástico de mandíbula, se trata de una enfermedad que afecta al hueso maxilar inferior. Es un tumor inusual que representa menos del 15 % de todos los tumores óseos, según algunas investigaciones.
El cáncer de mandíbula es más común en hombres entre los 30 y 40 años de edad. Por fortuna, el diagnóstico se suele realizar en las fases iniciales en la mayoría de los casos, lo que mejora el pronóstico y reduce las complicaciones.
Síntomas del cáncer de mandíbula
La mayoría de los tipos de cáncer cursan de forma asintomática al principio, lo que tiende a dificultar y retrasar su diagnóstico. Sin embargo, el cáncer de mandíbula posee signos y síntomas propios que pueden ser notados por las personas.
Las manifestaciones clínicas más evidentes son la hinchazón y el dolor, que pueden afectar todo el rostro o solo la mandíbula. Otros síntomas característicos incluyen los siguientes:
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Mal aliento.
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Dientes sueltos.
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Sangrado en la boca.
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Alteraciones en el tono de voz.
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Dificultad para masticar y tragar.
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Llagas o úlceras dolorosas en la boca.
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Dificultad para abrir y cerrar la boca.
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Alteraciones en la sensibilidad de la mandíbula.
Algunos de estos síntomas también están presentes en otras patologías. Sin embargo, se debe sospechar de cáncer de mandíbula cuando estas alteraciones tarden más de una semana en desaparecer, a pesar de haber iniciado un abordaje.
Por desgracia, el cáncer de mandíbula puede cursar de forma asintomática en algunos pacientes. En este sentido, resulta fundamental realizarse chequeos médicos de forma periódica.
Tratamiento del cáncer de mandíbula
En la mayoría de los casos, el abordaje comienza con una cirugía, la cual busca extraer la totalidad de la tumoración y del tejido afectado. Después de la cirugía será necesaria una reconstrucción de la cavidad oral para restaurar la función y la apariencia de la mandíbula.
La cantidad de hueso extraído suele ser tan grande, que es necesaria la colocación de una prótesis de metal. A menudo, también se indican sesiones de radioterapia para eliminar las células malignas remanentes.
Por último, la quimioterapia no suele ser necesaria en el cáncer de mandíbula y solo se reserva cuando existen metástasis extraganglionares. Las metástasis más frecuentes son a los pulmones, el hígado y el cerebro. Esta realidad, de concretarse, complica el tratamiento y empeora el pronóstico.
Notiespartano/MejorconSalud