La Cámara de Comercio de China ante la Unión Europea (CCCEU) pidió este miércoles “prudencia” a la Comisión Europea tras la apertura de una investigación sobre la posible discriminación de empresas comunitarias en las licitaciones públicas de productos sanitarios, en el marco del instrumento de contratación pública de la UE.
La cámara expresó en un comunicado su “profunda decepción” e hizo un llamamiento a la UE para que sea “prudente en el uso de esta herramienta unilateral”, haciendo hincapié en la importancia de “dar prioridad a los mecanismos de diálogo y consulta”.
En opinión de este órgano, la investigación debe basarse en “hechos exhaustivos y objetivos”.
“Es posible que la parte europea no comprenda las recientes políticas de China destinadas a garantizar una participación justa de las empresas nacionales y extranjeras en la contratación pública, así como a promover activamente la inversión extranjera en el sector médico”, resumió.
También consideró que el instrumento de contratación pública de la UE “se elaboró con la intención de dirigirse a China desde el principio”.
La CCCEU aseguró asimismo que algunas empresas chinas han revelado limitaciones en la exportación de determinados productos sanitarios europeos de gama alta a China “debido a factores como la preocupación por el doble uso”, civil y militar.
En ese sentido, instó a la UE a “suavizar dichas restricciones y facilitar las interacciones económicas y comerciales”.
La Comisión Europea abrió este miércoles la primera investigación bajo su instrumento de contratación pública, una legislación destinada a garantizar la reciprocidad en el acceso a los mercados.
Esta investigación sucede a las abiertas en los últimos meses sobre los subsidios a la industria china de vehículos eléctricos y la participación de empresas estatales chinas en licitaciones europeas de paneles solares, turbinas eólicas y trenes.
En un anuncio publicado en el diario oficial de la Unión Europea, la Comisión Europea explicó este miércoles que ha lanzado una investigación sobre «supuestas medidas y prácticas de la República Popular de China que han dificultado de forma grave y recurrente el acceso de los operadores económicos, bienes y servicios de la Unión al mercado de la contratación pública de productos sanitarios de China».
Entre estas restricciones, Bruselas cita que se favorece la adquisición de productos y servicios nacionales a través de leyes de fomento del comercio local o con la estrategia «Made in China 2025», que obliga a que la adquisición por parte de hospitales de productos sanitarios fabricados en el país alcance el 70 % para 2025.
Pekín también restringe la compra de bienes importados y fija condiciones para la contratación de productos sanitarios que «dan lugar a ofertas anormalmente bajas que no pueden ser sostenidas por las empresas con ánimo de lucro”, asegura, sobre unas medidas que «suponen una desventaja significativa y sistémica» para los operadores de la UE, ya que favorecen la adquisición de productos nacionales.
Respuesta satisfactoria
La Comisión dejó claro en un comunicado que ha abierto la investigación después de trasladar sus preocupaciones a China en varias ocasiones sin obtener una respuesta “satisfactoria», y explicó que el «primer objetivo» de la misma es precisamente establecer consultas entre las autoridades competentes para acabar con la discriminación.
Si el diálogo con China lleva a que elimine estas restricciones o se comprometa a tomar medidas para remediarlas en un plazo de seis meses, la Comisión podría cerrar la investigación sin penalizar a Pekín.
De lo contrario, podrá tomar medidas que consistirían en un ajuste de la puntuación que reciben las ofertas chinas en las licitaciones europeas, reduciendo sus posibilidades de ganar, o directamente la exclusión total de las empresas chinas en las licitaciones en cuestión.
Bruselas tiene nueve meses, que se puOOeden ampliar a otros cinco, para cerrar la investigación.
Notiespartano/EFE