Rosa Mota batió récords en maratón con sus zapatos japoneses en los 80. Antes, en 1951, Kihachiro Onitsuka inventó un calzado deportivo con un mejor agarre mientras comía una ensalada de pulpo. Se fijó en sus tentáculos. Y revolucionó el sector. 71 años después, Yasuhito Hirota, CEO de Asics, conversa con EFE sobre la evolución de la compañía.
“En Japón, después de la segunda guerra mundial, nuestro fundador vio una nación que estaba desesperada. La gente, especialmente los jóvenes, habían perdido la esperanza. Quería revitalizarlos y mejorar su futuro. Reconoció el poder de los deportes para animar a las personas y, por lo tanto, comenzó una empresa de calzado como un primer paso para hacer posible el sueño”, explica a EFE Yasuhito Hirota, el CEO de ASICS.
La innovación de las cápsulas de succión en las zapatillas de baloncesto permitió una mejora significativa en los movimientos de parada y giro, cruciales en este deporte. Pero entonces la presencia de la marca aún estaba centrada en Japón y los jugadores que pudieron disfrutar este modelo tan solo fueron locales, quienes ayudaron a introducir mejoras gracias a sus experiencias.
“Desde el principio, liderados por Onitsuka, nos hemos comprometido a crear productos tecnológicamente avanzados centrados en el ser humano que mejoren el rendimiento al tiempo que brindan protección, para mantener a las personas en movimiento y libres de lesiones”, relata Hirota.
Más tarde, en 1977, el nombre de la marca cambió a ASICS, que es un acrónimo de la expresión latina ‘Anima Sana In Corpore Sano’, dicha por el poeta satírico Juvenal. La idea se la dio a Onitsuka un amigo de la guerra, Kohei Hori, quien en ese momento era director de Salud y Educación Física en el Consejo de Educación de la prefectura de Hyogo (Japón).
“Nuestro fundador vio que el deporte tenía el poder de levantar el ánimo, proyectar positividad e impulsar a las personas y comunidades enteras hacia adelante. Y hoy, cuando el mundo se enfrenta a una epidemia de estrés y ansiedad, nuestra filosofía y nuestro nombre son más relevantes que nunca”, considera el CEO de ASICS en la conversación con EFE.
Poco a poco la marca fue diversificando su confección de calzado deportivo y se adentró en otros deportes como el golf, el montañismo, el vóley, el fútbol, la esgrima o el wrestling. Pero la disciplina en la que más triunfó fue el atletismo, que le llevó a la expansión global en los años 60.
Tuvo un éxito especial la línea México, lanzada en 1966, que introdujo el diseño de líneas laterales curvas que caracteriza a ASICS. La marca se consolidó como un referente en el atletismo en la década de los 70, sobre todo gracias a triunfos como los del finlandés Lasse Virén, que se llevó las medallas de oro en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 con unas zapatillas ONITSUKA en los pies.
También el atletismo femenino comportó grandes alegrías para la marca japonesa. Algunas de las más importantes fueron las victorias de la portuguesa Rosa Mota en la maratón de los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y de la japonesa Naoko Takahashi en la maratón de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, y la medalla de plata de la también nipona Yuko Arimori en la maratón de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Dos años antes, en 1990, la empresa japonesa inauguró el ASICS Research Institute of Sports Science en la ciudad de Kobe con el objetivo de incrementar la investigación y el desarrollo de productos deportivos desde un punto de vista científico.
“Con su filosofía de desarrollo de incorporar rigurosamente la contribución humana para el beneficio humano, el instituto de ASICS ha sido la fuerza impulsora detrás de todas nuestras innovaciones de producción”, informa Hirota. “Para hacer realidad la visión corporativa de ‘crear vidas de calidad a través de la tecnología deportiva inteligente’ a un nivel aún más alto continuará innovando en todos los aspectos del deporte más allá de los productos”, añade.
En este sentido, ahora se están haciendo servicios de diagnóstico y análisis a través de tecnologías digitales. El centro tiene una pista de atletismo con tres superficies diferentes, dos pistas de tenis, una piscina, un gimnasio experimental, cuatro laboratorios y una sala de entrenamiento.
En 2002, ASICS quiso reimpulsarse en el mundo del estilo deportivo y relanzó modelos históricos como los de Mexico66, Ultimate81 y Nippon60 bajo la firma Onitsuka Tiger, que también empezó a confeccionar una línea de ropa y accesorios. La propuesta tuvo un éxito mundial.
La apuesta por el negocio más allá del calzado deportivo también llevó a ASICS a equipar en 2013 a las selecciones nacionales de rugby de Sudáfrica (Springbooks) y Australia (Wallabies). Por otro lado, deportistas como el tenista serbio Novak Djokovic compitieron con unas ASICS.
Uno de los principales retos que se ha puesto la empresa japonesa para el futuro es ser lo más sostenible posible. Y, dentro de este propósito se enmarca su último gran lanzamiento, las zapatillas GEL-LYTE III CM 1.95, que tienen la huella de carbono más baja del mercado con 1,95 kilogramos de CO2.
“Para que las personas logren una mente sana en un cuerpo sano necesitamos una Tierra sana. Nuestra sociedad se enfrenta a una gran cantidad de desafíos ambientales que afectarán la capacidad de las generaciones futuras para participar en el deporte y experimentar su poder edificante en la mente”, apunta Hirota.
Y sigue: “Tenemos el objetivo a medio plazo de lograr ‘emisiones netas cero’ para 2050 en todos los aspectos de nuestro negocio, incluidas las operaciones, y en cómo se producen y entregan nuestros productos y servicios”. Además, ASICS quiere haber reducido notablemente en 2030 el CO2 que genera. La historia continúa.