Al igual que los alimentos tienen una fecha de caducidad, ya sabrás que los cosméticos también disponen de fecha límite. Pero, ¿te has preguntado alguna vez si los artículos que usamos en nuestra rutina de belleza y cuidado diario tienen un deadline? Precisamente, muchas de nosotras dejamos la renovación de estas herramientas de uso personal para cuando no dan más de sí, sin recaer en que su acción disminuye considerablemente y que incluso puede ser perjudicial para la salud.
¿Cada cuánto renovar tus artículos de belleza e higiene personal?
Con esta pregunta, no nos referimos a cuándo debes limpiar tus artículos, ya que entendemos que todas lo hacemos sin excusas después de cada uso para eliminar la acumulación de bacterias y restos de suciedad. Más bien, vamos a hablar de cuándo tienes que cambiarlos por uno nuevo para evitar la pérdida de eficacia:
– Brochas de maquillaje: el ciclo de vida de las brochas de maquillaje dependerá un poco del uso que les des. Generalmente pueden servirnos durante años, incluso superando la década, pero comprobarás que con el tiempo van perdiendo pelos y firmeza, por lo que no desempeñarán tan bien su función. Además, la acumulación de producto (por más que las limpiemos), también hará mella en ellas. Por lo tanto, te recomendamos cambiarlas cuando hayan superado los 10 años.
– Esponja de maquillaje: muchas de nosotras preferimos distribuir la base de maquillaje y correctores con una esponja de maquillaje. Sin embargo, estos artículos se estropean enseguida, por más que las limpiemos cada una o dos semanas, pues absorben el producto y dejan de cumplir su función correctamente conforme pasan los días. Lo recomendable es utilizar una nueva cada mes.
Las brochas de maquillaje pueden aguantarnos hasta 10 años, pero las esponjas habrá que cambiarlas cada mes
– Rizador de pestañas: en este caso, nos referimos a las gomas de cada filo del rizador, no a la herramienta en sí. Podrás ver que pierden eficacia y cada vez rizan menos, e incluso puede que te lleves algún pellizco al aplicar más fuerza para lograr curvar tus pestañas. Ese momento será la señal de que tienes que poner unos recambios nuevos, aunque más o menos durarán unos 2 meses si haces un uso diario de tu rizador.
– Lima de uñas: ya sabes que hay limas de distintos grosores, por lo que su renovación dependerá un poco del tipo que uses. Las de gramo más grueso suelen ser más duras y agresivas con la uña, por lo que no se recomiendan aplicar sobre tus uñas naturales para no dañarlas, también serán más resistentes. Mientras, las limas más finas suelen ser más débiles y, por tanto, su vida útil más corta. Ellas mismas te lo irán diciendo, pero por lo general, las más gruesas pueden funcionar durante un año, y las finitas unos pocos meses.
– Cepillo de dientes: nos lavamos los dientes de 2 a 3 veces al día, por lo que su uso es muy continuado. Los expertos recomiendan renovarlos cada 3 meses, que es el tiempo que tardan las cerdas en debilitarse y dejar de retirar la placa dental. Esta misma indicación sirve también para los cabezales de los cepillos de dientes eléctricos.
– Cepillo eléctrico para la limpieza facial: estos cabezales con muy similares a los de los cepillos de dientes, aunque su funcionalidad sea distinta. Del mismo modo, debemos reponer los cabezales cada 3 meses para asegurar la acción de las cerdas de nuestro cepillo facial. Las copas menstruales están diseñadas para alcanzar un ciclo de vida útil prolongado
– Esponja de baño: este objeto también es de uso diario. Además, al estar en contacto con el agua y los restos de suciedad, conviene que seamos estrictas con su fecha de recambio. De lo contrario, pueden proliferar microorganismos que nos causen infecciones en la piel, así como pueden no retirar bien la suciedad con el paso del tiempo. Por eso, deberías cambiarlas cada mes.
– Toallas: estos textiles también conservan la humedad y los restos de suciedad, ya sean del rostro, del cabello o de otras zonas del cuerpo. Así pues, lo ideal es lavarlas una vez a la semana, como mínimo, por nuestra propia seguridad.
– Cepillo del cabello: los peines suelen durar muchos años, ya que su material es más duro, pero los cepillos del cabello también dependen de la firmeza de las cerdas. Además, también almacenan fibras capilares y microorganismos que no vemos a simple vista, como por ejemplo, ácaros. Los expertos recomiendan cambiarlos cada 6 meses.
– Copa menstrual: este producto de higiene menstrual está diseñado para facilitarnos la recogida del sangrado y, al mismo tiempo, para disminuir el impacto medioambiental que generan las compresas y los tampones. Sin embargo, las copas menstruales también tienen un ciclo de vida útil, dependiendo de la calidad de los materiales con las que estén fabricadas y de cómo se haya cuidado durante los años. Lo aconsejable es cambiarlas de 5 a 10 años, cuando veas que tu copa tiene manchas, desprende malos olores o le aparecen pequeñas grietas.