El ciclón Mocha, que tocó tierra el domingo en el oeste de Birmania, ha dejado al menos 130 muertos en campamentos de desplazados de rohinyás en los aledaños de la ciudad de Sittwe (en el estado occidental de Rakháin), la más afectada, descrita a EFE por testigos como si «hubiera sido bombardeada».
«No he vivido una situación así en mi vida. Es como si la ciudad hubiera sido bombardeada. Los tejados de las casas no están. No queda nada», dijo hoy a EFE desde Sittwe U Aung Aung, secretario de la cámara de comercio e industria de Rakháin.
El hombre, de unos cincuenta años, afirma que no ha podido salir de su vivienda, mientras «el Ejército y la policía limpian las carreteras», y reitera que «hay muchos daños, aunque los programas de ayuda no han llegado aún. Tenemos que arreglar nosotros la casa».
Si bien Sittwe, la capital del estado occidental de Rakháin, hogar de unas 150.000 personas, es según oenegés y agencias de la ONU la urbe más afectada por Mocha, se teme que la mayoría de muertos se concentre en los campos de desplazados de sus alrededores, donde viven más de 100.000 miembros de la minoría musulmana rohinyá.
Notiespartano/800Noticias