Henry González es montañista, fotógrafo y después de cuatro publicaciones afirma que también es editor. Con el apoyo de Bancamiga acaba de publicar Ávila, sierra grande, en la que muestra la belleza y rica biodiversidad de este parque nacional, que de acuerdo con Alfredo Boulton es el detonante de la emoción de ser caraqueño.
En 146 fotografías, busca redescubrir este paraíso de los caraqueños en una ciudad que puede ser muy caótica, pero a la vez es muy verde, con una montaña que la hace única. Es un ensayo fotográfico de gran calidad que recopila el trabajo de cuatro años, que se desarrolla principalmente en la cara sur, porque es donde transcurre la vida de muchos caraqueños.
Explicó que el apoyo de Bancamiga fue fundamental.
Todo comenzó por su relación con Alberto Camardiel, cuya amistad viene de la montaña. Gracias a él y a Bancamiga, empezó a motorizar este proyecto, ese sueño.
“Bancamiga tiene una filosofía de apoyar la naturaleza, lo hermoso, lo venezolano”, dijo este montañista y fotógrafo conocido como tepuyero, con quien los colaboradores del banco tuvieron en 2021 la oportunidad de adentrarse en muchos de los senderos que conducen a Quebrada Quintero, Piedra El Indio, Paraíso y Estribo de Duarte.
González recordó que había viajado en 2018 a Noruega a fotografiar el espectáculo que son las auroras boreales, pero un día lluvioso cayó una tormenta y debió quedarse en el hotel. Entre pensamientos y pensamientos, se propuso hacer un ensayo visual del Ávila. Inicialmente quería consolidar un archivo de fotografías. En enero del año subió y comenzó con imágenes de Quebrada Pajaritos, una de sus rutas más frecuentes.
Luego de ese día se dio cuenta de que debían ser muchas las veces en que se adentraría en el Ávila para fotografiarlo por dentro. La llegada de la pandemia le permitió acelerar y consolidar el proyecto. Mientras muchos estaban en casa, “Tepuyero” se escapaba a la montaña, a pesar de las restricciones por la COVID-19, porque se encontraba en su máximo esplendor. La disminución de los niveles de contaminación hizo que se viera más verde y salvaje.
Retrató Cachimbo, el bosque nublado de Papelón y las quebradas Quintero y Paraíso, cargadas de agua después de torrenciales aguaceros. Durmió en pico Occidental, Oriental y Naiguatá. Se quedaba por días para capturar sus noches y amaneceres. En una ocasión, después de acampar en el Oriental y fotografiar su cima entre nubes, se dio cuenta de que ya tenía lo que necesitaba.
Bancamiga presente en la difusión del arte y la cultura
El Presidente Ejecutivo de Bancamiga, Ariel José Martínez, afirmó que para el banco es motivo de orgullo patrocinar una obra de tan alta calidad, que muestra el Ávila desde la perspectiva de un hombre que primero fue montañista, luego escalador y más tarde fotógrafo.
Con esta obra, que llega después de Una aventura llamada Tepuy (2006), Amazonia Orinoquia, gente de río (2008) y Auyantepui infinito (2019), González muestra lo fantástica y maravillosa que es esa cordillera montañosa, “a través de mi trabajo como fotógrafo y con la madurez que da la experiencia de una cuarta publicación”.
“He hecho este libro a mi manera, con los ojos de un fotógrafo que es, en esencia, un montañista, pensando que con mi cámara puedo tener acceso a lugares a los que mucha gente no ha llegado”, afirmó González.
Esta publicación refuerza el compromiso institucional de Bancamiga, cuya política de Responsabilidad Social Empresarial tiene como pilares el fomento de la educación, la cultura y el deporte. Por eso, para el año 2023 la organización anuncia la apertura de un fondo editorial destinado a promover la creación y la formación integral de los venezolanos.
Notiespartano