Australia, quien tiene como su jefe de Estado a Carlos III, se cuestiona los vínculos que mantiene con la corona británica mientras se ultiman los preparativos para la coronación del monarca en una ceremonia el sábado en Londres.
A diferencia de las pomposas celebraciones organizadas en el Reino Unido, en el país oceánico los eventos discurrirán con mayor sencillez, mientras el Movimiento Republicano australiano aprovecha estos días para redoblar su campaña a favor de un nuevo referendo sobre la monarquía.
Las autoridades han ordenado iluminar de color púrpura real durante el fin de semana edificios y puentes emblemáticos y disparar 21 salvas de cañón desde la explanada de su Parlamento de Camberra.
Muchos australianos se muestran desconectados del festejo, a diferencia de lo sucedido en 1953 cuando un millón de personas salieron a las calles de Australia vestidos de azul, rojo y blanco, para festejar la coronación de Isabel II, cuyo retrato gigante lucía en algunos edificios del país.
Sentimientos encontrados
Los faustos por el rey Carlos III llegan en un momento en que el país oceánico se cuestiona su identidad monárquica, y cuando el Gobierno, en el poder desde mayo de 2022, comienza a cuestionarse un referendo sobre el papel de la Casa Real británica en una Australia moderna.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, que asistirá a este acto «histórico» por su deber de «respetar a las instituciones» de su país, se ha declarado republicano y tiene el compromiso de celebrar un referendo sobre la monarquía, de lograr revalidar el cargo en 2025.
Para ello, Albanese creó por primera vez en la historia del país el puesto de viceministro de la República con el objetivo de supervisar cualquier paso hacia un potencial cambio constitucional.
En abril, un sondeo de la consultora Pure Profile reveló que el 64 % de los 25 millones de australianos considera que la monarquía «es contraria» a valores como «la equidad y la igualdad de oportunidades».
No obstante, los apoyos a favor del cambio del sistema constitucional no superaron el 50 % en diversas encuestas sobre este tema a lo largo de 2022.
En 1999, Australia ya celebró un referendo donde directamente preguntaba si «Australia debía convertirse en república», y donde el 54,87 % de los participantes optó por mantener el actual sistema monárquico frente al 45,13 % de los votos a favor del cambio.
Nueva Zelanda, aún monárquica
Al otro lado del mar de Tasman, Nueva Zelanda, donde un 50 % de los ciudadanos expresó el año pasado que quiere mantener el actual sistema monárquico, también conmemorará la coronación de su nuevo jefe de Estado con diversos actos, como la plantación de árboles.
El primer ministro neozelandés, el laborista Chris Hipkins, otro declarado republicano y que a pesar de ello también acude a la ceremonia en Londres, se mostró reacio a «imponer» un referendo para el cambio constitucional en su país.
«Creo que es algo sobre lo que los neozelandeses deben instigar una discusión, y no hay una corriente de apoyo para celebrar este debate en particular en este momento», precisó Hipkins el lunes en una rueda de prensa antes de partir hacia Londres.
Notiespartano/800Noticias