El primer ministro de Haití, Ariel Henry, «no es bienvenido» en la República Dominicana por motivos de seguridad, afirmó el presidente dominicano, Luis Abinader, según un comunicado colgado este sábado en las redes del Palacio Nacional.
La nota precisa que, en una entrevista al Financial Times, Abinader dijo que, dada la situación actual en Haití, «no considera adecuada» la presencia del primer ministro en la República Dominicana.
Esta decisión subraya la «postura firme» del Gobierno dominicano de salvaguardar la seguridad nacional y la estabilidad, en un contexto donde la violencia y el caos han escalado de forma significativa en Haití.
Totalmente insostenible situación de Puerto Principe
Abinader enfatizó la ausencia de Gobierno y autoridad en Haití, describiendo la situación de seguridad como «totalmente insostenible», en especial en el sur de Haití, así como en la capital, Puerto Príncipe, y sus alrededores.
Según Abinader, la situación podría deteriorarse aún más si no se implementa de manera urgente una fuerza de paz para restaurar el orden y aliviar la crisis humanitaria en Haití, precisó la Presidencia dominicana.
El jefe de Estado subrayó que la crisis en Haití no solo representa un desafío humanitario, sino que también plantea una amenaza directa a la estabilidad y seguridad de la República Dominicana, por lo que su Administración ha tomado medidas proactivas para asegurar que el país no se vea afectado negativamente por los eventos en el país vecino.
El presidente dominicano instó a la comunidad internacional a unirse en el esfuerzo de pacificar Haití y desarrollar un plan viable hacia elecciones democráticas, pues, sin un gobierno legítimo y una disminución significativa de la violencia, el proceso electoral sería inviable.
Henry se encuentra en Puerto Rico desde el martes pasado, después de que las autoridades dominicanas le negaran su solicitud de aterrizar en el país bajo razones de seguridad nacional.
En la noche de este viernes, según medios locales, varios presuntos bandidos fueron abatidos por la Policía Nacional de Haití durante el ataque al Palacio Nacional en Puerto Príncipe, orquestado por la coalición de bandas armadas ‘Vivre Ensemble’ que dirige el poderoso expolicía Jimmy Cherizier, alias ‘Barbecue’, quien exige la salida de Henry.
Los bandidos intentaron incendiar también el edificio del Ministerio del Interior, donde fueron emboscados por agentes de la policía. Al menos 5 vehículos estacionados en el aparcamiento y el generador del ministerio fueron quemados.
La tensión y la violencia se han incrementado exponencialmente en la capital después de que el 28 de febrero se conociera que Ariel Henry se había comprometido a celebrar elecciones antes de finales de agosto de 2025, una fecha muy lejana si se tiene en cuenta que el primer ministro debió concluir su mandato el pasado 7 de febrero, según un acuerdo de 2022.
El sábado pasado, las bandas entraron en los dos principales penales en la capital, lo que permitió la huida de más de 3.000 presos.
Henry, la máxima autoridad del país tras el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moise, es ahora objeto de presiones dentro y fuera de Haití para que favorezca una transición que ayude a frenar la aguda crisis y la extrema violencia en la nación isleña.
Haití está a la espera del despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad liderada por Kenia y que en octubre pasado aprobó el Consejo de Seguridad de la ONU.
Notiespartano/EFE/rsl/acm/mt/eat