El depósito de combustible en la región de Sarátov, más de mil kilómetros al sureste de Moscú, atacado el pasado 8 de enero por misiles ucranianos, continúa ardiendo, según informó el gobernador local, Román Busarguin.
«Continúa el proceso de quema controlada del combustible. Los especialistas toman todas las medidas necesarias para poner fin al incendio», escribió en su cuenta de Telegram.
Busarguin señaló que «la cantidad de humo y la superficie del incendio se reducen», tras haber informado la víspera que la zona en poder de las llamas se redujo en un 80 %.
Algunos pobladores locales se quejaron en las redes sociales de la contaminación ambiental provocada por el incendio, pero el gobernador aseveró que las pruebas de aire no mostraron una concentración peligrosa de sustancias tóxicas.
El ataque, que se cobró tres vidas, se produjo el pasado miércoles en la ciudad de Engels, base de la aviación estratégica rusa que bombardea la infraestructura civil y militar ucraniana.
Por ese motivo Busarguin decretó el estado de emergencia en esa localidad de donde despegan los bombarderos rusos desde febrero de 2022.
Mientras el gobernador habló de un incendio en una zona industrial, Kiev aseguró haber golpeado el depósito de Kombinat Kristall, que abastecería con combustible al aeródromo militar Engels-2.
Los bombarderos rusos despegan desde aeródromos lejos de la frontera para atacar objetivos en territorio ucraniano, por lo que las refinerías y depósitos de combustible que les abastecen son objetivo prioritario del enemigo.
Según informó hoy el servicio ruso de la BBC, Ucrania efectuó un total de 80 ataques contra esa clase de instalaciones durante el pasado año, operaciones de sabotaje que causaron grandes pérdidas al Estado ruso.
Notiespartano.com/EFE