La Asamblea Nacional, AN, realizó una sesión especial a propósito de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Bolivia, este 6 de agosto, para unirse a la celebración de este hecho que apuntó a la conformación un nuevo mundo de las manos del Libertador Simón Bolívar.
El presidente del parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, dio la bienvenida a representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país, a autoridades nacionales e invitados especiales, y señaló que hoy «venimos a celebrar la expresión americana que vino a llenar de libertad y promover a las naciones libres soberanas y democráticas». Al mismo tiempo, recordó que Bolivia fue la hija predilecta de Simón Bolívar.
Tras la apertura de esta importante sesión, Rodríguez dejó a cargo al orador de orden, Sergio Rodríguez Gelfestein, reconocido historiador y licenciado en Estudios Internacionales que promueve el análisis de recuentos históricos que apuntan a la propuesta de conformación de un orden internacional distinto.
En tal sentido, Jorge Rodríguez instó a los medios de comunicación a publicar la ponencia del internacionalista con el fin de que sea motivo de análisis y reflexión para los lectores.
Rodríguez Gelfestein: la historia no es una suma de fecha, de líderes y de lugares
Durante su discurso, Sergio Rodríguez destacó que la historia no es una suma de fecha, de líderes y de lugares, son hitos como instrumentos metodológicos usados por los académicos para ordenar su estudio, pero aclaró que la historia es continua y permanente.
Aseguró que el pueblo de Bolivia, en dos siglos, nunca ha dejado de perseverar en su larga lucha por su independencia y libertad.
«Cuando se cumplen los 200 años de creada la República de Bolivia, argumento que los dos más grandes hombres nacidos en Venezuela, tuvieron un lugar privilegiado en este hecho histórico que es motivo de orgullo y esplendor para la venezolanidad».
Recordó que la Batalla de Ayacucho marcó el fin del imperio español en la América del Sur, pero el pensamiento del Libertador Simón Bolívar, iba mucho más allá con tareas por cumplir.
«El gran estadista que era, incluso en las más difíciles condiciones de la guerra no abandonaba sus responsabilidades políticas y económicas, y sobre todo las internacionales (…) Pero ahora, imbuido en de la necesidad de construir la gran nación de naciones que había soñado, aprendió que el esfuerzo principal debía ponerse en la diplomacia», refirió del Libertador.
En ese mismo orden, Recordó que el Mariscal Antonio José de Sucre, quién participó junto a Bolívar, debía encarar responsabilidades de Estado en los frágiles límites de una institucionalidad que desaparecía y otra que estaba naciendo.
Rodríguez, hizo un paréntesis para destacar que «es alegórico de algunos historiadores ponerle el acento a las contradicciones y diferencias como ellas fueran ajenas al pensamiento de la conducta humana», por lo que apuntó que se ha tomado nota de ellos en el extraordinario evento organizado por la Comisión Presidencial para las Bicentenarios, que se llevaron a cabo dos días precedentes para conmemorar esta efeméride.
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