Distinguir el amor de la obsesión es fundamental para fortalecer la inteligencia emocional, establecer relaciones sanas y propiciar el bienestar. A continuación, te mostramos las diferencias.
El amor tiende a confundirse con algunos rasgos patológicos de la personalidad. Uno de ellos es la obsesión, caracterizada por una fuerte atracción romántica y la necesidad obsesiva de ser correspondido de la misma manera.
No saber reconocer las diferencias entre amor y obsesión puede perjudicar las relaciones, así como la propia salud emocional. Lo cierto es que resulta difícil diferenciar el amor de la obsesión. Incluso, la creencia de que el amor posee características maníacas de la obsesión es muy habitual.
En el presente artículo, te mostraremos las principales diferencias entre ambas nociones, lo que te ayudará a reconocerlas con mayor precisión.
Obsesión no significa amor
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el amor y la obsesión son dos estados absolutamente diferentes. Aunque la obsesión pueda parecer la exageración del amor, en realidad no lo es.
La obsesión no implica querer a alguien, sino sentir que sin la otra persona no podemos vivir. La psicóloga Dorothy Tennov afirma que el comportamiento obsesivo radica en:
- Desear, por encima de todo, el bienestar de la persona anhelada.
- Cambiar la propia agenda para coincidir con la de ella, adquiriendo un comportamiento parecido al de un acosador.
- Enfocarse solo en los aspectos admirables e ignorar sus características negativas.
- Falsear la propia actitud para forzar una personalidad acorde a sus gustos.
- Sentir una especie de alivio al pensar, hablar, observar o sentir la presencia de la persona deseada.
Tennov describe una serie de efectos físicos en la obsesión, tales como: palpitaciones aceleradas, temblores, sudoración inconstante o desórdenes alimenticios.
Principales diferencias entre amor y obsesión
Es indispensable saber distinguir estos dos fenómenos, de lo contrario, podemos caer fácilmente en relaciones tóxicas y contraer malestar emocional. Lee con atención las siguientes características.
Concepción de la pareja
Cuando sentimos amor por alguien lo vemos como nuestro complemento. En cambio, al obsesionarnos, sentimos que ese alguien nos falta constantemente. Tenemos una sensación de vacío cuando está ausente.
En la obsesión, sentimos que no podemos vivir sin él o ella, que lo necesitamos; mientras que en el amor, nuestra felicidad y nuestra plenitud no dependen de la otra persona.
Posesión
Otra de las diferencias entre amor y obsesión es la posesión. La persona obsesionada cree que su pareja le pertenece, por lo que ejercerá un control constante y obsesivo, sobre esta. Algunos ejemplos son la necesidad de saber qué va a hacer, cómo y cuándo. Es decir, conocer sus planes en detalle y saber con quién estará o se relacionará.
La atención obsesiva está exclusivamente reservada para la persona deseada, perdiendo de vista la vida propia. Es como si todo gravitara en torno a ella.
En cambio, el amor se basa en la aceptación, la libertad y el respeto. Quien así lo comprende, permite que su pareja cultive su propia individualidad y le ponga alas a sus proyectos. Además, asume que la otra persona es responsable de sí misma, por lo que siente y piensa que no tiene que vigilar sus actos ni tratar de controlarlos obsesivamente.
Celos
En el amor, se respetan los espacios personales, íntimos de cada quien, por lo que no hay cabida para los celos irracionales ni la posesión obsesiva. Además, existe la confianza de que la persona amada está en la relación porque así lo desea, y es libre de terminarla cuando así lo decida.
Por otro lado, la relación obsesiva se basa en la necesidad de llenar un vacío intrínseco, por miedo al abandono, al desamparo. Cualquier indicio que muestre que la persona deseada cultiva su propia vida y se relaciona con los demás, da lugar al obsesivo para sentir celos, miedos e inseguridades, por esto recurre a controlar y a exigir su presencia siempre.
Autoestima
La obsesión por alguien tiene lugar cuando la persona sufre de baja autoestima. Quienes no son capaces de amarse a sí mismos experimentan un gran vacío, que buscan llenar y satisfacer con otra persona. Es por esto que sienten que sin ella no son capaces de vivir.
Para amar genuinamente es primordial amarnos a nosotros mismos. Solo así seremos capaces de respetar la subjetividad y aceptar la libertad de nuestra pareja. Recuerda que las parejas no están para llenar vacíos, sino para complementarnos.
Duelo después de la ruptura
Para cerrar con las diferencias entre amor y obsesión, tocaremos la experiencia de la ruptura. En el caso del amor, el duelo suele desarrollarse de forma normal, sin alargarse ni volverse patológico.
El duelo suele ser mucho más dificultoso cuando una relación obsesiva culmina, porque están en juego otras problemáticas psicológicas como la baja autoestima, la dependencia emocional, el miedo a la soledad, las inseguridades personales, etcétera. Lo más idóneo es acudir a un psicólogo para que nos ayude a superar estos conflictos.
Por último, es bastante común que la persona obsesiva se “enamore” de otra persona al poco tiempo de culminar la relación, porque necesita que alguien llene su vacío emocional.